Es normal para nuestra mente encontrar patrones en la organización natural de las cosas. Por ejemplo, la mayoría de las personas pueden imaginar que ven caras u otros objetos familiares en algunas nubes o en formaciones rocosas, lo mismo sucede con las estrellas.
Los observadores antiguos, sin el beneficio de nuestro entendimiento moderno, de la naturaleza de las estrellas y del espacio, vieron estos patrones y pensaron que podrían ser símbolos importantes. Las culturas a lo largo de la historia han creado nombres y descripciones diferentes para las figuras que imaginaban en la estrellas.
Las constelaciones son conjuntos de estrellas unidas mediante líneas imaginarias, a las que se les ha asociado desde la antigüedad con seres fantásticos, héroes que realizaron grandes hazañas, animales e incluso objetos. Un gran número de ellas, tienen su origen en la antigua Grecia.
A la transformación de un personaje de la mitología griega en una estrella o en una constelación, se le llama catasterismo, que significa “colocado entre las estrellas”, un ejemplo de ello es el toro, adorado desde la antigüedad en Mesopotamia, Egipto o India.
En esta pequeña exposición, haremos un recorrido por algunas de las constelaciones más famosas asociadas a la civilización helénica, de la cual proceden muchos de los seres fantásticos que aun hoy, pueblan el cielo.