Lo de hoy es usar y tirar. Todo es momentáneo, efímero,
fugaz, desechable. Vivimos seducidos por lo nuevo, lo más
veloz, lo más colorido, lo más ligero. Estamos atrapad@s en un
deseo insaciable de “cosas nuevas”.
Los productos que utilizamos en la actualidad tienen una vida
útil muy reducida. La producción de bienes, mercancías y
servicios es tan acelerada que las corporaciones que los
elaboran necesitan darles salida rápidamente para seguir
produciendo y ganando. Inermes e inconscientes, las ciudadanas
y ciudadanos vivimos endeudados permanentemente, comprando
cosas innecesarias y de corta vida útil, pues se nos ha dicho
que ésa es la felicidad.
Así, podemos identificar tres principales causas de tantos
residuos: compramos cosas que no necesitamos, esas
cosas duran poco tiempo y vienen en grandes empaques
y envolturas que se desechan rápidamente.
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