La Ciudad de México se enfrenta a diversos retos que pueden generar pérdidas humanas y económicas, afectar la provisión de servicios básicos o reducir su funcionalidad y la calidad de vida de sus habitantes. Para hacer frente a esto, es necesario fortalecer la capacidad adaptativa de todos los sectores que son parte de la ciudad (habitantes, instituciones e infraestructura).
La Estrategia busca incrementar la capacidad de respuesta a contextos de riesgo dinámicos y cambiantes de origen social o natural sin comprometer la competitividad económica o el desarrollo sostenible, a través de acciones que impulsan la resiliencia comunitaria, integran principios de resiliencia en inversiones y proyectos estratégicos, promueven la participación del sector privado y ajustan el marco normativo para impulsar medidas de adaptación.
Actividades a desarrollar: