Page 88 - Manual de podas
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CAPÍTULO 6 TRASPLANTE DE ÁRBOLES
De considerarse inadecuado el sitio para el desarrollo de un árbol adulto, se realizará el trasplante de un individuo joven a  n de mi- nimizar en lo posible los daños a la infraes- tructura que lo rodea y al mismo árbol en el futuro. Los árboles a trasplantarse se some- terán a una poda general de sus copas que no habrá de exceder más allá de la cuarta parte, en especial cuando las ramas se en- cuentren débiles y mal ubicadas.
En caso de que sea necesario podar las raíces en árboles jóvenes, se ha observado que existe una mejor respuesta y tolerancia al corte de éstas dependiendo de la especie
en cuestión, a la posición de la raíz y al diá- metro de las mismas. Por ejemplo, las raíces horizontales tienen mayor facilidad para re- constituir un eje principal colonizador y que emita nuevas rami caciones radiculares; por el contrario, las raíces oblicuas y verticales tienen una capacidad de regeneración en menor escala. En cuanto al diámetro, las raíces de diámetro pequeño restituyen fácil- mente un eje axial que se desarrolla de ma- nera normal, y las raíces de mayor diámetro se regeneran muy lentamente, provocando el incorrecto crecimiento de pequeñas raíces en las zonas anteriores de la raíz podada.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN PARA EL TRASPLANTE
Para llevar a cabo el trasplante de un árbol o cualquier otra especie vegetativa, se deberá tomar en consideración lo siguiente:
• Elección adecuada de los árboles a ser removidos, en cuanto a su estructura general.
• Edad de la especie y ciclo vital.
• El tiempo de estadía en ese sitio.
• Estado  tosanitario.
• Vigor y fase de maduración del último crecimiento de sus ramas y yemas terminales.
• Tolerancia de la especie al estrés.
• Profundidad y extensión del sistema radicular.
Es de vital importancia realizar una inspección minuciosa de la especie, desde sus raíces hasta la punta de las ramas más altas de la copa. Asimismo, se deberá contemplar el entor- no en el que la especie estuvo establecida y por cuánto tiempo, ya que de ello dependerá el grado de afectación de sus raíces. Generalmente el desarrollo radicular no se detecta a simple vista, especialmente si la especie en cuestión integraba un inmueble más de la ban- queta donde las planchas de concreto y la guarnición de la misma tienden a obstaculizar el desarrollo e inclusive, la dirección de su crecimiento al ejercer cierta presión sobre ellas, lo que arroja como resultado un suelo compactado con raíces débiles y reprimidas.
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