Page 39 - Manual de podas
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MANUAL TÉCNICO DE PODA
desgarrada, no se dejarán muñones o tocones, el corte de las ramas se deberá efectuar a partir de la arruga de la corteza dirigida hacia el collar de la rama, esto con base a la aplicación de la técnica de los tres cortes. Como recomendación, siempre deberá ha- ber otra persona con el podador, por si se presentara algún inconveniente o accidente (pérdida de conocimien- to, cortes, pinchazos, daños ocu- lares, lesiones musculares u otros).
• Es importante considerar, que cada una de las ramas ya cortadas se de- berá descender en caída controlada con la utilización de cuerdas especí- cas para el aparejo o apeo, las ra- mas descenderán dentro del área de trabajo teniendo cuidado de no oca- sionar trastornos a bienes muebles, inmuebles o a personas.
• Existen especies arbóreas que pre- sentan abundante follaje, en algunos casos proyectan sus ramas creando afectación a la infraestructura aérea, equipamiento urbano e inmuebles, recargándose en muros y ventanas, por lo tanto, resulta necesario el retiro de volúmenes importantes del follaje del árbol. Por lo anterior, en ningún caso la poda deberá rebasar la cuar- ta parte del volumen total del follaje del árbol y de llevarse a cabo, deberá realizarse en etapas anuales, esto con la nalidad de no someter a estrés al árbol, lo cual lo hace más susceptible al ataque de plagas y enfermedades.
No obstante, de realizar el corte de ra- mas importantes, debemos tener cui- dado de no desbalancear la copa, por lo que se deberá equilibrar mediante los cortes necesarios respetando en la medida de lo posible la estructura natural de su copa.
• El producto resultado de la poda de árboles, deberá ser triturado con la astilladora mecánica hasta obtener pequeñas partículas de madera que van de los dos a los tres centíme- tros, a dicho material se le denomina “mulch” y se recomienda que sea in- corporado al suelo en cajetes de ár- boles, andadores peatonales y zonas desprotegidas de cobertura vegetal. Los bene cios de esto son amplios, pues el mulch mantiene la humedad y regula la temperatura del suelo, impi- de el crecimiento de malezas, evita la pérdida de suelo ocasionada por tol- vaneras y realza el paisaje urbano. En cuanto al material que se detecte que proviene de árboles plagados o enfer- mos, no se recomienda su utilización, esto a n de evitar la proliferación de plagas o de agentes patógenos a otras especies vegetativas.
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