Con 9.2 millones de habitantes, corazón de una de las zonas metropolitanas más grandes del mundo, la Ciudad de México vive desde 2019 una profunda transformación. En el Gobierno de la Ciudad de México estamos trabajando para cambiar su rumbo.

Estamos realizando obras y proyectos de gran magnitud y alcance. La alta calidad en el equipamiento, así como la innovación tecnológica y social en las soluciones que hemos desarrollado, están generando una huella imborrable que, tenemos la seguridad, no permitirá marcha atrás.

 Un grupo de investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana ha llevado a cabo el desarrollo del Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica en México. Este estudio tiene como objetivo identificar los orígenes, mecanismos y puntos críticos relacionados con este grave problema medioambiental. 

México contribuye con 8 millones de toneladas de plástico cada año, cada mexicano consume 66 kilos anualmente de los cuales 40% son residuos de un solo uso, de empaques desechables, lo que se agrava por que el 40% de estos no tiene manejo, principalmente en los estados del sureste del país.

El 17% de estos residuos no se recolectan, hay más de 200 municipios que no cuentan con un servicio de recolección, de ahí que se hable de “una crisis de gestión de residuos”.

 El estudio ha detectado cuencas o desembocaduras de afluentes que contribuyen mucho a que los plásticos lleguen al mar, por ejemplo, están los casos de los ríos Ruiz, en Nayarit; Verde, en Oaxaca; Suchiate, en Chiapas, y el Coatzacoalcos y el Pánuco, en Veracruz, todos ellos, de acuerdo con distintas modelaciones, van recogiendo a lo largo de sus cauces desechos que las personas depositan. 

 El Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica fue entregado en diciembre de 2022 y la presentación se hizo hace unas semanas ante miembros de la ONU. 

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Trabajar por la construcción de una ciudad sustentable, que abre sus oportunidades a un futuro de igualdad, de derechos, de inclusión, de salud y de bienestar, es trabajar por que la naturaleza de esta hermosa y diversa región recupere las mejores condiciones para la vida: la humana y la de los otros seres vivos con quienes compartimos los días.

Una labor como esa, significa el trabajo de todas las personas, de la participación ciudadana comprometida que juntas y juntos hemos construido para esta ciudad. Esta participación, además de ser respetada, alentada y cuidada por todas y todos quienes trabajamos y vivimos en la ciudad, debe ser fortalecida con información amplia y comprensible que permita que construyamos una cultura ambiental cada vez más sólida y fuerte.

Garantizar el derecho a la información es uno de los requisitos de nuestra democracia y un compromiso del Gobierno de la Ciudad de México.