Durante las últimas décadas, los fabricantes de coches han pretendido entender la grave amenaza que supone el cambio climático. presentando en las ferias del automóvil sus vehículos más limpios han atraído la atención de los medios de forma positiva. los anuncios subrayan su enorme preocupación por nuestro bienestar y nuestra seguridad, especialmente la de nuestros niños. sin embargo, sus decisiones empresariales nos cuentan una historia muy diferente. 

En 2018 la huella de carbono generada por la industria del automóvil equivale al 9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). En total, los 12 fabricantes analizados en este informe son responsables de 4,3 gigatones (gt) de CO2-eq. Extrapolando este dato, se estima que los 86 millones de coches vendidos en 2018 son responsables de una huella de carbono de 4,8 gt CO2-eq, equivalente al 9% de las emisiones globales de GEI una cifra mayor que las emisiones de GEI de toda la unión Europea (4,1 gt CO2-eq) .

Los híbridos e híbridos enchufables no son la solución. los vehículos híbridos de combustión, tanto convencionales como enchufables, están bloqueando el despliegue de alternativas reales. los híbridos convencionales se alimentan en exclusiva de motores de combustión interna, por lo que no pueden lograr la reducción necesaria de emis-iones. los híbridos enchufables también producen importantes emisiones de CO2 si no se utilizan de forma óptima en trayectos cortos. Especialmente en Europa, la diferencia entre emisiones reales y en laboratorio para híbridos enchufables es notablemente superior que la de vehículos de combustión.