Definición
Área Verde
La Ciudad de México se divide en dos grandes zonas administrativas: el Suelo Urbano y el Suelo de Conservación, desde el 16 de julio de 1987 (DOF) mediante la "Declaratoria de la Línea Limítrofe entre el Área de Desarrollo Urbano y el Área de Conservación Ecológica”, y que fue ratificada el 5 de octubre de 1992, con la publicación en la GODF. Sin embargo desde entonces se han realizado modificaciones a los límites estatales, entre las alcaldías y en las Áreas Naturales Protegidas.
De acuerdo con la Ley Ambiental de Protección a la Tierra (LAPTDF) las áreas verdes son toda superficie de vegetación natural o inducida que se localice dentro del territorio de la Ciudad de México.
Las áreas verdes dentro de la Ciudad de México se extienden desde bosques urbanos, parques, jardines, glorietas, camellones, barrancas, áreas cubiertas de pasto, así como centros deportivos, cementerios y hasta tierras con potencial agrícola. Pueden ser espacios públicos o privados, cuyo elemento principal es la vegetación natural o inducida.
Uno de los principales beneficios de las áreas verdes, en general, es su capacidad de atenuar las altas temperaturas que se acumulan en las ciudades principalmente por culpa del asfalto. Las plantas tienen la capacidad de enfriar las islas de calor urbanas.
Un elemento muy importante dentro del equilibrio ecológico es lo que se conoce como albedo que es el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella. Es decir, las superficies claras en general, como puede ser la nieve, tienen un albedo alto (cerca de 1), reflejando casi toda la energía solar que incide sobre ellas. Por lo que no se calientan mucho. Por el otro lado, las superficies de colores oscuros tienen un albedo bajo (cerca de cero), lo que implica que ellas absorban una gran cantidad de radiación solar y con su consiguiente calentamiento.
Una de las formas de enfriamiento está relacionada directamente con las hojas verdes de las plantas, que tienen un mayor efecto de reflejar la luz solar que el asfalto y por ello ayudan a enfriar el ambiente, además de proveer de sombra. Si a lo anterior sumamos la evapotranspiración, que es el intercambio de agua del suelo a la planta y luego al aire, se obtiene también una humidificación del ambiente, y por consiguiente un mayor efecto de disminución de la temperatura en nuestra ciudad.
Existen diversas recomendaciones internacionales sobre cuál debería ser el espacio de áreas verdes urbanas de calidad por habitante dentro de las ciudades que van desde los 9 m2 hasta los 40 m2. En la Ciudad de México el área verde que corresponde por habitante es muy variado dado la distribución geográfica de las alcaldías, su densidad de población y las áreas verdes con la cual cuenta, además del crecimiento de la ciudad a lo que se le llama suelo de conservación.