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La batería y la cantidad de memoria RAM son elementos clave SARA BORONDO

La idea de que consumimos demasiado rápido está calando poco a poco en la sociedad. Cada año, según el programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas, se generan de media 50 millones de toneladas de basura tecnológica en todo el mundo. Si no bajamos el ritmo, para 2050 se producirán 120 millones de toneladas de estos residuos.

Los estados y organismos intentan luchar contra este hecho. La Unión Europea lanzó un Plan de Acción para una economía circular en Europa que ha servido de base al Gobierno para establecer una estrategia destinada a reducir el uso de recursos naturales no renovables y prolongar la vida útil de los bienes producidos. A este último respecto se puede actuar en varios frentes, desde la ampliación del periodo de garantía de los electrodomésticos a intentar comprar aparatos que duren el mayor tiempo posible.

Según la Oficina Europea del Medio Ambiente, extender la vida útil de los teléfonos inteligentes, portátiles, lavadoras y aspiradoras de Europa en cinco años ahorraría casi 10 millones de toneladas de emisiones (CO2eq), el equivalente a tener cinco millones de automóviles menos en las carreteras. Hacerlo incluso un solo año evitaría 4 millones de toneladas de emisiones, el equivalente a todos los coches de Dinamarca (dos millones). Sin embargo, se calcula que la vida media de un terminal es de dos años y medio. La obsolescencia programada, con la que los fabricantes minan el rendimiento de los teléfonos antes de tiempo, está entre los factores que llevan a comprar un modelo nuevo.

Las características que debemos tener en cuenta

Tanto la economía como el medio ambiente son alicientes para comprar un teléfono que pueda utilizarse durante la mayor cantidad de tiempo, pero para eso hay que saber qué características son imprescindibles ahora o tendrán relevancia en los próximos años:

■ 5G: Con la llegada de la pandemia se ralentizó la implantación de la tecnología 5G que favorecerá el Internet de las cosas (IoT) gracias a una mayor velocidad en la transmisión de datos y, sobre todo, a una menor latencia. Esta tecnología ya está activa en algunas ciudades y debería llegar próximamente al resto del territorio nacional.

Según explica Jorge J. Barroso, programador en Karumi (estudio especializado en software para móviles): «Desde mi punto de vista, la parte más interesante del 5G es el incremento de dispositivos por kilómetro cuadrado; incluso la posibilidad de orientar antenas para mejorar la cobertura. Esto sería el fin de ir a un festival de música o a un concierto y quedarnos sin red. Si eres de un pueblo de La Mancha no sé si el desembolso en el 5G tiene mucho sentido, pero si vives en una gran ciudad todo lo contrario».

■ Batería potente, con carga inalámbrica y rápida: «La batería es algo muy importante», explica Baroso. «Es casi lo que más le pido a un móvil, que me dure todo el día con carga. Y si además tiene carga inalámbrica mejor que mejor. Poder cargarlo durante la noche o en la mesa mientras trabajo sin tener que andar quitando y poniendo cables me es super útil. Además, hay docks de carga para Android que te dejan colocar modos; por ejemplo, poner el teléfono en el dock de carga por la noche y que se active directamente el despertador o que se ponga como álbum de fotos durante el día. Para mí son cosas más importantes que tener una cámara de último modelo».

■ Fotografía: Ahora se llevan los móviles con distintas cámaras en la parte posterior que se complementan con un programa de captura de imágenes cada vez más sofisticado. Para Barroso, si hay que elegir entre un dispositivo con un buen hardware o un buen software, es mejor optar por una buena calidad en lo primero. Afirma que es primordial « que las lentes sean de buena calidad, trabajen bien con poca luz y enfoquen nítidamente. Es verdad que gracias al software mejoran mucho las fotos, pero creo que en ese aspecto tanto Android como iOS están muy parejos. Si quieres tener un buen teléfono para fotografía vas a tener que hacer un desembolso importante. Ser un influencer profesional cuesta dinero».

■ NFC: La tecnología inalámbrica de corto alcance (NFC, por las siglas en inglés de 'near-field communication') para pagar sin una tarjeta física es cada vez más habitual. Para el experto existen, no obstante, muchas otras aplicaciones: «Abrir cerraduras de hoteles o taquillas en el gimnasio, sincronizar dos teléfonos para compartir información, conectarte al router de casa sin tener que meter la contraseña... Es más, se puede utilizar en conjunción a tecnologías como el Bluetooth o el WiFi».

■ Pantalla: Las pantallas OLED se están convirtiendo en estándar, pero ni éstas ni una tasa de refresco por las nubes (marca la fluidez con que se ven las imágenes) resultan especificaciones impepinables. Frente a los primeros móviles con paneles de 120 Hz, el experto remite al uso que se vaya a dar al teléfono y recuerda que una tasa de refresco alta acarrea un mayor consumo de batería: «Si vas a utilizar el teléfono para ejecutar videojuegos de alto nivel puedes necesitar un modelo con 120 Hz; si te limitas a ver YouTube, 60 o 90 Hz son más que suficientes», dice Barroso.

■ Procesador, memoria y almacenamiento: Cada vez instalamos más aplicaciones y guardamos más fotos en el móvil, de forma que es habitual sentir que el teléfono ya no da más de sí. Barroso aclara: «Cuando algún familiar o amigo me pide consejo sobre prestaciones de teléfonos, siempre aludo a la capacidad de almacenamiento y a la cantidad de memoria RAM. Es verdad que el procesador es importante, pero los dispositivos que van bien de RAM suelen ir parejos de procesador. Un smartphone con 6 GB de RAM y 128GB de almacenamiento debería aguantarnos bastantes años«.

Fuente: https://www.elcorreo.com/tecnologia/moviles/debe-tener-nuevo-20210805131922-nt.html