Desechamos materiales que aún pueden reutilizarse, sin pensar en la posibilidad de que tienen una segunda vida útil. Colaborador Invitado: Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar
¿Sabías que cada año entran en la economía más de 100 mil millones de toneladas de recursos y solo el 8.6 por ciento se recicla? De seguir por este camino, para 2050 necesitaríamos 1.5 planetas para satisfacer las necesidades del mercado de acuerdo con el World Resources Institute.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estima que en México generamos más de 120 mil toneladas de residuos al año, cifra con la que se realiza una importante contribución a los residuos globales. Desde hace varios años se han prendido alertas que nos indican que estamos rebasando la capacidad de resiliencia del planeta para recibir la cantidad de residuos que estamos generando.
Uno de los principales problemas radica en el sistema económico lineal preocupado por la satisfacción de necesidades primordialmente y basado en “extraer, fabricar y desechar”, un sistema que ha provocado problemas medioambientales, económicos y sociales durante varias décadas.
Es necesario realizar un cambio de paradigma, reconocer que los agentes económicos están integrados en el medioambiente, que es el origen de donde se extraen los recursos naturales y el depósito de las emisiones, residuos o descargas residuales. Bajo este enfoque, es importante integrar con el medioambiente a todos los agentes económicos: gobierno, consumidores, cadena de suministro y recicladores.
El sistema de producción circular basado en “reducir, reciclar, reutilizar, rediseñar y repensar” es una de las claves para optimizar el uso de los recursos, para alcanzar la sostenibilidad y evitar que al final de la vida útil de un producto, se desechen recursos que aún pueden reintegrarse a la cadena productiva.
Un problema creciente que ha traído consigo la digitalización acelerada que estamos viviendo, es el aumento de basura electrónica, México es el país número 11 en el mundo y el segundo en América Latina en generar el mayor volumen de este tipo de residuos.
Desechamos los dispositivos y terminamos con su vida útil, enviándolos a los basureros generales, sin tener cuidado del impacto nocivo de las sustancias con los que están fabricados para la salud y el medioambiente. Desechamos materiales que aún pueden reutilizarse, sin pensar en la posibilidad de que tienen una segunda vida útil.
La situación ya es insostenible, entonces, ¿qué podemos hacer? Tenemos que replantearnos cómo acelerar el paso hacia una economía circular; cambiar la cultura y los hábitos de consumo para dar paso a la compra consciente, reducción del consumo, reutilización, reciclaje y cambio.
En Telefónica Movistar hemos apostado por una estrategia ambiental sólida y clara: reducimos nuestro impacto y facilitamos soluciones a los grandes temas ambientales a través de la digitalización, con ello, buscamos incrementar nuestra contribución a la sociedad y al medioambiente para un desarrollo más sostenible y proteger el entorno a través de la gestión de los residuos y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para lograr transitar a una empresa cero emisiones.
Un ejemplo tangible de nuestras propuestas para promover una economía circular es nuestro programa permanente de reciclaje de celulares, al que este año se sumó la campaña “Un celular, un árbol”, a través de la que cumplimos una promesa: plantar un árbol por cada celular recibido para reciclar.
Es importante señalar que instituciones gubernamentales como la Profeco a través de la Subprocuraduría de Telecomunicaciones ha puesto énfasis en la materia. En el mes de agosto elaboró el estudio denominado “Economía Circular en Materia de Telecomunicaciones”, cuyo objetivo es la promoción de prácticas de consumo sostenible, con el cual Movistar ha generado sinergia, siendo este tipo de alianzas las que ayudan a avanzar para lograr un mundo más verde, humano y sostenible.
Los invito a unirse y ser parte del cambio de mentalidad, tras 20 meses de una acelerada transformación de nuestra forma de vivir que pasó primordialmente a un mundo digital, es vital impulsar el reciclaje de dispositivos electrónicos obsoletos y en desuso. Juntos, como sociedad, podemos optimizar el uso de los recursos en beneficio del planeta y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.