El unicel es el nombre que se le da al Poliestireno Expandido (EPS por sus siglas en inglés). Se trata de un plástico espumado, es decir, compuesto de un plástico expandible que se rellena con aire. De hecho, el 95% de la composición del unicel es aire, mientras que sólo el 5% es materia prima¹. 

Por sus características como ligereza, resistencia, inocuidad, protección térmica, amortiguamiento y resistencia a la humedad, el unicel se utiliza en diversos sectores: industria del empaque, embalaje y construcción: 75% del unicel producido en México está destinado a esta industria; 25% de la producción total nacional se emplea en productos desechables para la industria alimenticia; sector salud (por su capacidad térmica), y más². Entonces, si es tan versátil y útil, ¿qué es lo que lo ha convertido en un material indeseable en los últimos años?

El mayor impacto ambiental en la vida del unicel se genera durante la obtención de estireno para producirlo, ya que se obtiene a través de procesos químicos a partir del petróleo. Además, el uso de gas natural durante su producción también resulta nocivo, especialmente a la capa de ozono³.



Por otro lado, si bien el unicel es reciclable, no es biodegradable ni compostable. Esto significa que sus componentes químicos no se descomponen por medio de la acción de agentes biológicos. De hecho, este material puede existir en el ambiente hasta 1000 años, durante los cuales será una fuente constante de contaminación para los suelos y el agua.

Los productos químicos encontrados en el unicel son posibles carcinógenos y la exposición excesiva puede causar afecciones hormonales o incluso al sistema nervioso central. Si es quemado al aire libre, el unicel libera más estireno y algunos hidrocarburos tóxicos que generan cloruro de hidrógeno, clorofluorocarbonos (CFC´s) y dioxinas⁴.



Además, en México es muy bajo el porcentaje de unicel recuperado para su reciclaje correcto y en la ciudad se desechan altas cantidades de productos de este material. Por lo tanto, el reto mayor aquí es el acopio de los residuos de unicel. 

Sin embargo, no hay que olvidar que a partir del 2021, el unicel y otros productos plásticos de un solo uso quedaron prohibidos en la Ciudad de México, por lo que no deberían generarse más de este tipo de residuos en la ciudad. Además existen muchas alternativas amigables con el ambiente y nuestra salud.