¿Sabías que la bolsa plástica desechable de polietileno es un invento europeo de los años 501? Por su practicidad, portabilidad, bajo peso, costo y resistencia, estas bolsas fueron ganando terreno y en los años 80 sustituyeron a las bolsas de tela, papel o canastos.

En esos años, las tiendas comerciales y mercados de todo el mundo distribuían bolsas plásticas de manera gratuita en cada compra¹. Esto terminó con el hábito de los clientes de cargar con su propia bolsa reutilizable para llevar su “mandado”, lo que trajo consigo la acumulación de incontables bolsas plásticas en los hogares, para finalmente acabar en la conocidísima “bolsa de bolsas”, ¿te suena familiar?

Si tienes la oportunidad, te invitamos a preguntarle a tu papá, mamá, abuela o abuelo, con qué cargaban el mandado antes de que existieran las bolsas de plástico, te aseguramos que las respuestas serán muy interesantes y podrás darte cuenta que realmente no necesitamos de ellas. Probablemente entre las respuestas mencionaron las bolsas de mandado, hechas de plástico resistente, las de papel o tela, e incluso recordaron cuando usaban canastos o cucuruchos de papel. Ellas/os, a diferencia de nosotras/os, crecieron sin tantas bolsas plásticas de un solo uso. 

Regresar al uso de la bolsa colorida de mandado, a la de tela, de papel, a los canastos o hasta los recipientes con tapas reutilizables podría ayudarnos a detener el grave problema de contaminación plástica que se vive en el mundo a causa de las bolsas y otros plásticos desechables.






A diario, en todo el mundo se producen 500 billones de bolsas plásticas. Cada minuto se utilizan 1 millón de ellas², de las cuales, en México menos del 5% se reciclan (o sea, 1 de cada 100), el resto termina en rellenos sanitarios, barrancas, alcantarillas, ríos, lagos y mares o en alguna de las islas de plástico que encuentran en los océanos de nuestro planeta, donde liberan gases de efecto invernadero y otros compuestos contaminantes³ nocivos para la fauna silvestre que habita estos sitios.




Desde hace un par de décadas en todo el mundo se ha caminado hacia la prohibición de bolsas y plásticos desechables, también llamados plásticos de un solo uso, para disminuir sus efectos dañinos y facilitar el manejo de las que ya están en el ambiente.

La prohibición de las bolsas plásticas ha sido una estrategia que la Ciudad de México, así como los estados de Sonora, Jalisco, Querétaro, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Baja California Sur, Tamaulipas, Coahuila, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Nuevo León e Hidalgo⁴, han implementado para disminuir los efectos dañinos que provocan al ambiente y facilitar el manejo de aquellas que ya se encuentran en el ambiente.




Retomemos las prácticas de nuestra/os abuela/os de llevar al super o al mandado las bolsas de tela, optar por las de papel en lugar de las de plástico o, incluso, llevar canastas; también te darás cuenta que la naturaleza es sabia y hay alimentos que ya traen su propia protección, por lo que no necesitan una cubierta extra sino, únicamente, un lugar para transportarlos del lugar donde lo adquieres a tu casa.

Únete al reto de proteger nuestro ambiente de los plásticos y desechables. No es difícil encontrar alternativas, recuerda que tus antecesores vivieron sin bolsas plásticas y si ellas/os lo hicieron, ¿por qué nosotras/os no? Por una Ciudad Sustentable, ¡adiós a los plásticos desechables!