Construir, remodelar, demoler casas, departamentos, edificios o algún sitio urbano, son actividades que generan residuos que deben manejarse con especial atención: los residuos de la construcción y demolición (RCD). ¿Sabes qué son?, ¿cuántos se generan en la ciudad? y ¿por qué debemos darles un manejo adecuado?

Según la NADF-007-RNAT-2019, Norma Ambiental que establece la clasificación y especificaciones de manejo integral para los RCD en la Ciudad de México, se define este tipo de residuos como: materiales, productos o subproductos generados durante las actividades de construcción tales como: construcción, modificación, remodelación, ampliación, adecuación, rehabilitación, restauración, reparación, sustitución de infraestructura, conservación, mantenimiento, instalación, demolición u otras; así como el producto proveniente de la excavación cuando se haya alterado en sus condiciones físicas, químicas y biológicas originales¹. 

La disposición inadecuada de RCD contamina el suelo y el agua, pues al entrar en contacto con la lluvia, sus componentes (ver tabla) se disuelven y contaminan aguas superficiales y subterráneas. Además, los altos volúmenes de RCD representan pérdidas de materiales y eficiencia en los procesos constructivos, induciendo a un mayor consumo de recursos naturales, energía y agua, lo que tiene sus propios impactos, multiplicando los efectos sobre el medio ambiente.






Para suerte nuestra y del ambiente, los residuos generados por la industria de la construcción tienen potencial de reúso o reciclaje, ya que entre el 60 y 70% de su composición pertenece a materiales minerales, no peligrosos, con alto potencial de aprovechamiento, que podría contribuir a la disminución del consumo de recursos², ¿no te parece una buena noticia? Por ello, la NADF-007-RNAT-2019 busca fomentar el manejo adecuado de estos residuos, así como garantizar su reciclaje, reúso y su correcta disposición final.


Los RCD son los residuos de manejo especial que más se generan en la Ciudad de México, en el 2022, la Secretaría de Obras y Servicios de la ciudad (SOBSE), dependencia encargada del reciclaje de los RCD producidos por las obras en alcaldías y sus propias direcciones, reportó la recolección de 18 496.38 toneladas (t); sin embargo, la generación es fluctuante y depende en gran medida de las obras de construcción, remodelación o demolición que se estén efectuando². 

Por lo general, la SOBSE no recicla la misma cantidad de residuos que recibe, pues ocupa este material reciclado en diversas áreas. En 2022 se destinó a: 
Planta de composta 

• Concesionaria iv Etapa de Bordo Poniente
• Construcciones del Gobierno de la Ciudad de México 
• El principal destino de RCD reciclado es la planta de composta, pues se ocupa para el mantenimiento de caminos perimetrales, interiores y rehabilitación de plataformas

¿Quién tiene la responsabilidad de manejar adecuadamente los RCD? Todos aquellos que los generen. La clasificación de los generadores se diferencian conforme al volumen de residuos que generen sus actividades por proyecto al año³:

• Grandes generadores: más de 80 m3 /año (o proyecto)
• Pequeños generadores: más de 7 m3 /año y hasta 80 m3 /año (o proyecto) 
• Microgeneradores: hasta 7 m3 /año (o proyecto) 

La Ciudad de México a través de la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) cuenta con dos plantas itinerantes para el tratamiento de estos residuos, logrando un reciclaje de 38.30 t/día, es decir, 97% de los residuos que ingresan a sus plantas. Para aprovechar ese potencial, la SEDEMA en coordinación con SOBSE y la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, abrió en el año 2019, una convocatoria para presentar propuestas de aprovechamiento de estos materiales.

Para darles un manejo adecuado, los generadores de RCD y los prestadores de servicios deben cumplir las especificaciones indicadas para las siguientes fases del manejo integral:

• Separación de residuos
• Acopio 
• Almacenamiento 
• Recolección y transporte
• Valorización 
• Disposición final 

Los generadores y prestadores de servicios deberán dar cumplimiento a otras disposiciones y lineamientos relacionados según sea el caso y conforme a lo señalado en la NADF-007-RNAT-2019.

Disponer correctamente de estos residuos trae beneficios como la reducción en la cantidad de RCD enviados a disposición final, aumento en la vida útil de estos sitios y disminución de la circulación de camiones para su traslado, lo que se traduce en menos emisiones (ruido, material particulado, CO²); se aumenta la valorización de los RCD y se disminuye el consumo de materiales vírgenes cuya extracción y procesamiento tiene altas consecuencias  en el ambiente. 

Con esta información, es importante reconocer nuestro papel en el manejo de los RCD para disminuir el impacto ambiental negativo que pueden tener. ¡Hagamos nuestra parte y construyamos una ciudad Basura Cero!