¿Alguna vez te habías puesto a pensar que la economía es un proceso que puede impactar directamente de forma positiva o negativa en el medio ambiente? Así es, y nosotros también somos un elemento importante en esta ecuación como podrás darte cuenta a continuación.
La economía lineal supone un desarrollo donde se puede contar con recursos ilimitados sin considerar las consecuencias ambientales. Actualmente este tipo de producción predomina en varios sitios del planeta, incluida la Ciudad de México. Esta alta demanda de recursos busca el crecimiento económico desmedido; sin embargo, la biocapacidad del país se ve limitada para permitir este desarrollo.
Si bien, muchos productos ya son diseñados para que puedan ser reciclados, esta no debe ser la estrategia principal para evitar el agotamiento ambiental; por el contrario, este proceso, en algunos casos, provoca una reducción en la calidad del producto y consume grandes cantidades de energía al procesar los residuos y fabricar nuevos productos a partir de ellos.
Como contraparte a la economía lineal se encuentra la economía circular, que busca prevenir la generación de residuos al final de la vida útil de los productos. Es decir, busca rediseñar y repensar cómo los productos pueden pasar por procesos de reparación, reutilización o bien, someterlos a procesos para que sus componentes se reincorporen de nuevo a las cadenas productivas, dejando al reciclaje como la última alternativa.
Economía Circular
Aquellos productos que sean diseñados para reincorporarse a la naturaleza a través de procesos biológicos deben ser fácilmente compostables o bien valorizables a través de la digestión anaeróbica (sin presencia de oxígeno), sin generar subproductos tóxicos o altamente contaminantes al regresar al proceso de producción.
Aquellos productos que sean diseñados para procesos técnicos, se deben crear bajo un modelo que permita su durabilidad, además deberán poder utilizarse nuevamente con una mínima cantidad de energía y la máxima retención de la calidad1.
1 Proceso biológico que se puede desempeñar en ausencia de oxígeno, donde parte de la materia orgánica de, por ejemplo, las deyecciones (heces fecales) se transforman, debido a la acción de microorganismos, en una mezcla de gases (biogás).