El mejor residuo es el que no se genera; deberíamos hacer de esto un lema de vida: no consumir lo innecesario y lo que desechemos, tratarlo adecuadamente para regresarlo al ciclo y así evitar que se convierta en basura. ¿Estás de acuerdo?
Justo hacia allá es a donde queremos caminar, que entre todas las personas construyamos una ciudad limpia, libre de residuos y Basura Cero.
También es muy importante ampliar la reflexión hacia el consumo de servicios que, si bien algunos de ellos no generan un residuo tangible, como la electricidad, su desperdicio si tiene repercusiones ambientales. Por ejemplo, cada hora que tienes un foco encendido se emite poco más de 1 kilogramo de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera y aceleran el cambio climático.
Recordemos que hay grandes cantidades de energía y agua involucradas en la extracción de materiales, producción, transporte de productos o servicios, así como para la asimilación de los contaminantes que se generan en estos procesos. Por eso, cuando hacemos un mal uso de un producto o servicio y tenemos conductas de consumo excesivo y desperdicio indiscriminado, estamos fomentando mayor contaminación ambiental.
Consumir responsablemente es cambiar nuestra forma de pensar, mirar con simpatía a la naturaleza y convivir de una manera más sana con nuestro entorno, procurar nuestro bienestar y el de otras formas de vida. Toma consciencia de que cada decisión y acción que realices tendrá un impacto en el medio ambiente y la sociedad, mientras el impacto negativo sea menor, fortalecerás tu consumo responsable. Te invitamos a tomar en cuenta las siguientes preguntas cuando necesites tomar una decisión de compra o consumo:
Justo hacia allá es a donde queremos caminar, que entre todas las personas construyamos una ciudad limpia, libre de residuos y Basura Cero.
También es muy importante ampliar la reflexión hacia el consumo de servicios que, si bien algunos de ellos no generan un residuo tangible, como la electricidad, su desperdicio si tiene repercusiones ambientales. Por ejemplo, cada hora que tienes un foco encendido se emite poco más de 1 kilogramo de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera y aceleran el cambio climático.
Recordemos que hay grandes cantidades de energía y agua involucradas en la extracción de materiales, producción, transporte de productos o servicios, así como para la asimilación de los contaminantes que se generan en estos procesos. Por eso, cuando hacemos un mal uso de un producto o servicio y tenemos conductas de consumo excesivo y desperdicio indiscriminado, estamos fomentando mayor contaminación ambiental.
Consumir responsablemente es cambiar nuestra forma de pensar, mirar con simpatía a la naturaleza y convivir de una manera más sana con nuestro entorno, procurar nuestro bienestar y el de otras formas de vida. Toma consciencia de que cada decisión y acción que realices tendrá un impacto en el medio ambiente y la sociedad, mientras el impacto negativo sea menor, fortalecerás tu consumo responsable. Te invitamos a tomar en cuenta las siguientes preguntas cuando necesites tomar una decisión de compra o consumo:
- ¿Realmente necesito adquirir este producto?
- ¿Puedo conseguir esto sin empaques?
- ¿Cuántas veces podré reutilizar este producto?
- ¿De qué material está hecho este artículo?
- ¿Existe una alternativa reutilizable?
- Si lo desecho ahora, ¿cuánto tiempo tardará en desintegrarse?
- Si lo desecho adecuadamente ¿se puede aprovechar y reciclar?
- ¿Hago uso eficiente de recursos como el agua o la energía?
- ¿Hay algún producto o servicio que estoy desperdiciando?
- ¿Cómo puedo reducir la cantidad de residuos que genero?
- ¿Cómo cubro mis necesidades sin dejar una huella negativa?
Recuerda que para todo lo que compres siempre habrá una alternativa amigable con el ambiente.
Otra acción de consumo responsable tiene que ver con comprar la cantidad justa de alimentos que prepararemos y consumiremos para prevenir desperdicio de alimentos, ya que, se sabe que cada mexicano desperdicia al año 250 kg de alimento. Esto no solo implica perder alimento que podría aprovecharse por personas que viven en pobreza, si no que también, al desperdiciar comida se desperdician todos los recursos utilizados para cultivar, procesar, transportar y comercializar esos alimentos.
Puedes seguir las siguientes recomendaciones para evitar el desperdicio de alimentos1:
- sírvete raciones realistas,
- ten en cuenta las fechas de caducidad de los productos y da preferencia a los que están próximos a caducar,
- almacena los alimentos de manera que cada producto cuente con las condiciones necesarias para mantenerse fresco por más tiempo,
- dona los alimentos excedentes
- y convierte los alimentos sobrantes en la comida del día siguiente,
- haz composta con los residuos orgánicos que te sobren y que sean adecuados a este tipo de tratamiento, consulta la Guía de huertos urbanos para saber cómo hacerla
- Cuando vayas de compras, no le hagas el feo a la fruta o verdura con imperfecciones. Aunque no sean “bonitos” esos alimentos tienen el mismo valor nutrimental que los demás, y se les invirtió igual cantidad de trabajo, energía y agua. Evita que terminen en la basura porque nadie los quiso comprar.
Para facilitar el consumo local responsable y sin intermediarios, la SEDEMA ha organizado diferentes ediciones de la Caravana de productores rurales de la Ciudad de México, donde encontrarás productos como hortalizas frescas, frutas, miel, amaranto, flores ornamentales, entre otros productos, que este año se ofertarán en las plazas comerciales de la ciudad (calendario 2024).
¿Te das cuenta? siempre hay opciones para nuestro consumo responsable, ahora es tiempo de tomar acción y tomar las mejores decisiones, por nuestra salud y la del ambiente.
1 FAO. La comida es mucho más de lo que hay en nuestros platos.
Fecha de consulta 25 de abril, 2022. www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1158574/