Un canto desde el sur de la ciudad… el gorrión serrano
Posada en las ramas de los árboles y pastos, me gusta observar mi alrededor; desde lo alto de los zacatonales del sur del Valle de México elevo mi canto y mi vuelo. Mi barrio está cubierto de pastizales de alta montaña en las delegaciones de Milpa Alta, Tlalpan, en bosques abiertos de pino-encino y campos de cultivo en el sur de la ciudad1.
La gente me conoce como “gorrión serrano”, aunque los científicos me llaman Xenospiza baileyi. Muchos me confunden con el gorrión común, pero la verdad es que somos diferentes ya que ellos son una especie exótica e invasora y nosotros los serranos somos aves endémicas de México, y dentro del país sólo tenemos parientes cercanos en Durango y en ningún otro lugar.2
Para reconocerme debes observar mi tamaño y color: soy un ave pequeña de, a lo mucho, 13 cm de longitud; mi color es café rojizo, tengo franjas de color negro en mi cuello, dorso, escapulares y pecho, mi plumaje es claro de garganta a vientre cuando soy adulto, aunque de jóven estas zonas son un poco amarillentas.
Los gorriones serranos nos reproducimos casi siempre una vez al año. Para ello, buscamos refugio en zacatonales bajos, densos y con clima templado-húmedo, donde hacemos nidos en forma de copa de unos 5 cm de diámetro. Las hembras de mi especie podemos poner de 2 a 3 huevos al año; aunque nosotras nos encargamos de criar a nuestros polluelos, los machos también aportan a su alimentación.
Nuestro alimento favorito es la avena y los frutos del nabo o “pajarilla", pero también disfruto de comer hormigas voladoras, polillas, gusanos, escarabajos y algunas arañas… mmm, ¡delicioso! Esto nos hace buenos controladores de plagas y protegemos a los campos de cultivo de donde seguramente provienen parte de tus alimentos.
Los machos son solitarios, sobre todo en época reproductiva, pero generalmente nos gusta estar en grupos de 3 a 5 compañeros. Actualmente, habemos menos gorriones serranos volando por la ciudad. Hemos visto cómo se transforma esta urbe, cada vez hay menos lugares que podamos habitar. En lugar de árboles hay más edificios y donde había áreas verdes ahora hay asfalto. Además, el clima se ha vuelto más caluroso, ya no encontramos refugios donde podamos vivir y reproducirnos.
También, el desmonte del zacatonal con fines agrícolas, el sobrepastoreo, el cambio de uso de suelo, la extracción de suelo y roca, la cacería, el uso de agroquímicos en los campos de cultivo adyacentes y la introducción de especies exóticas en nuestro hábitat ponen en riesgo nuestra supervivencia.
Tal vez no lo sepas, pero si yo desaparezco, tú lo podrías lamentar, ¿te imaginas por qué? De entrada, ya no podríamos comernos esos insectos que atacan a los campos de cultivo donde se producen tus alimentos, eso ocasionaría que la cosecha fuera menor y eso conllevaría a un aumento de costos para adquirirlos o al uso de plaguicidas, lo que contamina no solo los alimentos, sino el suelo de cultivo y el aire.
Por otro lado, nuestra especie y el resto de las aves que incluimos frutos en nuestra dieta, somos muy buenas dispersoras de semillas, por lo que ayudamos a la revegetación y si disminuye nuestra población, también se reducirá la reproducción de algunas especies de plantas.
Los gorriones serranos, y las aves en general, somos considerados bioindicadores de calidad ambiental, o sea que, si nosotros dejamos de existir es porque la zona donde antes vivimos, sufrió impactos ambientales nocivos que terminarán afectando también a los humanos.
¿Te imaginas cómo sería una ciudad sin aves? No me lo quiero ni imaginar, pero piensa en que no puedas vernos volar ni oírnos cantar, y que solo escucharas el bullicio de la ciudad. No te lo deseo, pero sería muy triste y estresante para los humanos. Por eso valora y aprecia a las aves que habitamos la ciudad.
Desde inicios de este siglo fuimos considerados como especie en peligro de extinción por la Secretaría del Medio Ambiente federal (SEMARNAT) y por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que nos protegen a los gorriones serranos, y a otras aves, a través de normas ambientales y estableciendo Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) en la región Sur del Valle de México que son de relevancia nacional3.
Nuestra conservación depende sobre todo de la preservación de nuestro hábitat; de los zacatonales y del paisaje en general, pero sobre todo, depende del conocimiento que la sociedad tiene de nuestra especie, por eso te invito a que me conozcas más y a otras especies de aves que habitan la ciudad, donde se concentra el 3% de las especies de aves del mundo y el 30% de las aves del país.
Ayúdanos a fomentar la observación de aves como una actividad de conservación, porque valora nuestra importancia en el medio ambiente y respeta nuestro hábitat natural. Contemplar a las aves en libertad es una experiencia que jamás olvidarás. ¡Atrévete a conocer más de nosotras! Consulta la guía de aves comunes en nuestra ciudad.
1 Naturalista. Gorrión serrano (xenospiza baileyi). Fecha de consulta 25 de abril 2021.
www.naturalista.mx/taxa/10643-Xenospiza-baileyi
2 Enciclovida. Gorrión serrano (xenospiza baileyi). Fecha de consulta 25 de abril 2021.
enciclovida.mx/especies/8013715
3 Nueva localidad del gorrión serrano xenospiza baileyi en peligro de extinción,
en el Estado de Durango, México y recomendaciones para su conservación.
Fecha de consulta 3 de mayo, 2021.
azm.ojs.inecol.mx/index.php/azm/article/view/2115/2195