¿Y tú cómo te mueves en esta temporada de contingencia sanitaria? La pandemia por coronavirus limitó nuestras opciones de movilidad. “Quédate en casa” ha sido la premisa para evitar contagios, desde hace poco más de dos meses, aunque las exigencias de la vida cotidiana nos motivan a salir, en algunos casos a comprar alimentos o adquirir bienes indispensables, en otros ir a trabajar o la necesidad de darnos un respiro. ¿Cómo hacer para transportarnos respetando la sana distancia y sin dañar el medio ambiente? Moviéndonos en bicicleta.
Este artefacto de más de 200 años de edad resulta ser un medio de transporte eficiente, de bajo costo - comparado con los vehículos de motor -, saludable y de bajo riesgo de contagio en esta contingencia al ser un transporte individual y permitirnos trasladarnos de un lugar a otro con el cuidado de conservar la sana distancia. Su popularidad es de nivel mundial, por ser uno de los vehículos más sostenibles que existen en la actualidad, por su fuerte espíritu ambiental, ya que por sí misma la bicicleta no quema ningún tipo de combustible ni emite gases contaminantes a la atmósfera.
Ahora más que nunca, toma sentido tomar acciones personales que ayuden a mejorar la calidad del aire que respiramos, ya que la COVID-19 afecta principalmente al sistema respiratorio, el cual se debilita ante una mala calidad del aire y disminuye su resistencia ante esta y otras enfermedades respiratorias. Reportes científicos indican que tan solo en América Latina cada año 50,000 personas mueren prematuramente debido a la contaminación del aire causada principalmente por el transporte1. ¿Te imaginabas que usar el coche, simultáneamente para millones de personas, tuviera tales consecuencias?
Por eso, si cada vez más personas nos transportamos en bicicleta en lugar de usar automóviles, apoyamos a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como el metano, dióxido de carbono, hidrocarburos, así como de partículas microscópicas y tóxicas como el azufre, plomo, entre otras2, que son expulsadas desde los escapes de los vehículos que usan combustibles provenientes del petróleo.
Además, andar en bici es saludable, pues al pedalear, quemas calorías, ejercitas tus músculos, fortaleces tus sistemas nervioso, cardiovascular y el respiratorio. Tu cuerpo se vuelve más sano y resistente, no sólo físicamente, sino también a nivel mental y emocional porque te libera del estrés al brindarte frescura y permitirte observar hermosos paisajes urbanos mientras te mueves en ella. Y si decides moverte por vialidades donde principalmente se mueven autos, procura usar cubrebocas o mascarillas adecuadas3, para no inhalar directamente lo que expulsan por sus escapes, así como respetar las señales de tránsito. De cualquier modo, recuerda que sobre la bicicleta tienes libertad de cambiar tu ruta y no exponerte tanto a las emisiones vehiculares.
¿Te faltan motivos para decidirte a viajar en bicicleta? Aquí te menciono otros más: no sólo te ayuda a bajar la lonja, también disminuye tus gastos porque ahorras en pasajes y gimnasio. Por eso ya no dudes más y al terminar el confinamiento, entra a la “nueva normalidad ambiental” rodando en bicicleta, en cada pedaleo ayuda a construir una ciudad social y ambientalmente más sana.
1 Unión Europea. Movilidad Electrica - Oportunidades para Latinoamérica. .
europa.eu/capacity4dev/unep/documents/movilidad-electrica-oportunidades-para-latinoamerica
2 Calidad del Aire, CDMX. ¿Quién contamina el aire de la ZMVM?
www.aire.cdmx.gob.mx/default.php?opc=%27ZKBhnmI=%27
3 BBC Mundo. ¿Cómo deben los ciclistas protegerse de la contaminación?
www.bbc.com/mundo/noticias/2013/07/130715_salud_ciclismo_y_contaminacion_ch