- La instalación de huertos urbanos comunitarios ayuda a entretejer los vínculos sociales que se perdieron por la pandemia y a promover en las personas el interés por entrar en contacto con la naturaleza.
Las actividades que involucra planear, crear y mantener huertos urbanos comunitarios tienen la capacidad de promover el desarrollo sostenible, atender las problemáticas asociadas al cambio climático, lograr la reintegración social luego de la pandemia por COVID19, así como consolidar a los huertos urbanos como espacios verdes y de recreación. Por eso, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), en colaboración con la Procuraduría Social (PROSOC) y organismos civiles, coordinaron diversas actividades relacionadas con los huertos urbanos comunitarios, a finales del 2022.
Quienes vivieron la experiencia de participar en dichas actividades, recibieron de parte de ambas dependencias, sesiones de capacitación tanto virtual como presencial, en donde adquirieron conocimientos técnicos y prácticos en temas como: jardinería, cuidados de un huerto urbano, sus necesidades y durante 3 semanas.
En este tiempo, se les entregó a las y los 194 participantes los insumos necesarios para la instalación de huertos urbanos individuales y comunitarios, en de alcaldías como Coyoacán, GAM, Azcapotzalco, Tlalpan, Xochimilco y Álvaro Obregón; 12 de ellos fueron huertos comunitarios, de los cuales resultando en 8 fueron ubicados en unidades habitacionales, logrando así un total de 158 m² de área verde recuperada a través de estos procesos.
Gracias a la instalación de estos espacios, se detonó el potencial de la colectividad vecinal de las y los participantes, pues se les propuso ver al huerto comunitario como un lugar de encuentro en donde podrían reunirse a coordinar actividades en beneficio de su comunidad, así como resolver problemáticas afines a sus espacios. Así fue como se logró reintegrar a la comunidad que había disminuído su interés y relación con su entorno, especialmente desde la pandemia por COVID19.
Finalmente lo que nos queda hacer como ciudadanos conscientes de esta gran urbe es sembrar la semilla social de la colectividad invitando a otros vecinos, familiares o amigos para recuperar más espacios en los lugares donde habitamos, revegetarlos y, en el proceso, reencontrarnos como la sociedad colectiva que siempre hemos sido, trabajemos juntos en la recuperación de los suelos naturales de nuestra ciudad.