Dime qué comes y te diré qué tan sostenible eres

09 Junio 2020 Salud y medio ambiente 1065
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¿Te habías imaginado que tus hábitos alimenticios tienen un impacto en el ambiente? Prácticamente, todos nuestros hábitos tienen un impacto en la naturaleza, incluso la manera en la que nos alimentamos,  porque para disponer de todos los ingredientes necesarios para  disfrutar de una ensalada, un agua de frutas, de nuestro platillo o bebida favoritos, ocurrió antes un proceso de producción en el que se requirieron varios litros de agua, cantidades grandes de energía e implicó la emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero (GEI). ¿Lo sabías?

Todo lo que consumimos deja, principalmente, dos huellas en el ambiente, ¿te imaginas cuáles podrían ser? Una es la huella de carbono, que es la cifra de emisiones de dióxido de carbono - el principal GEI - asociadas a la elaboración, transportación, uso y desintegración de todos los productos de los que nos beneficiamos. Aunque no siempre se emite dióxido de carbono (CO2), todos los gases contaminantes expulsados en alguna etapa de la vida de un producto, guarda una equivalencia con este GEI, por lo que la huella se mide en CO2 equivalente. La otra es la huella hídrica debida a la cantidad de agua que se requiere para la producción de cada alimento, transporte y asimilación de los contaminantes generados en estos procesos. A esta cantidad de agua se le conoce como “agua virtual”.

¿Todos los alimentos tienen el mismo impacto ambiental? No, pues el tamaño de la huella hídrica y de CO2 que dejemos en la Tierra con nuestros hábitos alimenticios, dependen del tipo de alimentos que consumimos, la frecuencia de compra y el lugar donde los adquirimos. Por ejemplo, no es lo mismo desayunar a diario un vaso de leche de 200ml, para el que se requirieron 200 L de agua en su generación1, que un vaso de jugo de naranja, para los que se necesitaron 170 L2 - treinta litros hacen una gran diferencia-. De hecho, el 70% del agua dulce disponible en el planeta, se utiliza en la agricultura y la ganadería, por ello, un consumo responsable de alimentos también implica un consumo responsable del agua dulce mundial.

Además, entre más cerca se encuentre la fuente de producción de nuestros alimentos, menor distancia recorrerán para llegar a nuestra mesa, lo que implica menores emisiones. Y si nuestro deseo es reducir al máximo nuestras emisiones, podríamos ir considerando tener nuestro propio huerto en casa. Acá te decimos cómo hacerlo. En ese sentido, conocer la procedencia de nuestros alimentos nos permitirá tomar mejores decisiones si deseamos adquirir el que implique una menor huella de carbono.

La sostenibilidad en nuestra alimentación no sólo se asocia con la huella de carbono ni la hídrica. También depende de sus procesos de producción y del uso de ingredientes propios de cada localidad, ya que mientras más se consideren los ciclos naturales y se evite el uso de agroquímicos o plaguicidas, podemos hablar de una agricultura realmente sostenible.

Generalmente son los agricultores locales y pequeños productores los que llevan a cabo estas dinámicas de respeto a las temporadas naturales de crecimiento de los alimentos, ciclos de lluvia y sequía, así como de los reguladores de plagas naturales, papel que desempeñan ciertas especies de fauna silvestre. En nuestra ciudad, alcaldías como Álvaro Obregón, Milpa Alta, Cuajimalpa de Morelos, Tlalpan, Xochimilco, Magdalena Contreras y Tláhuac, producen una diversidad de artículos agrícolas como papa, brócoli, amaranto, maíz, frijol, entre otros.

En tanto que usar ingredientes locales, como algunas especies de quelites como los huauzontles, que crecen en la Ciudad de México3, ayuda a su conservación y apoya a la preservación del equilibrio de los ecosistemas en los que habitan esas especies. 

Una revista médica del Reino Unido recomienda tener una dieta personal de 2.500 kilocalorías diarias, basada principalmente en duplicar el consumo de frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos, además de reducir a la mitad el de carne roja y azúcar, para hablar de una alimentación idealmente sostenible4, donde se usen ingredientes específicos de cada cultura y localidad.


Ahora que vayas de compras, recuerda dar preferencia a los productos locales, compra en mercados locales, mercados alternativos y acercarte directamente con productores de la Ciudad a través de la Caravana de productos rurales o o participa en el Mercado de Trueque, que volverán a llevarse a cabo pasada la contingencia por COVID-19. Investiga la procedencia de lo que comes; hazte de hábitos alimenticios saludables y sostenibles.



1 Cuidar el agua es cosa de todos - SEDEMA. Agua virtual.
cuidarelagua.cdmx.gob.mx/agua_virtual.html
2 Consejo Consultivo del Agua. Huella hídrica.
youtu.be/VEdMo7uu15s 
3 EncicloVida - CONABIO. Huauzontles.
enciclovida.mx/especies/232509-chenopodium-berlandieri-subsp-nuttalliae
4 El País. La dieta perfecta para salvar el planeta y la salud del ser humano.
elpais.com/sociedad/2019/01/16/actualidad/1547667687_190434.html





 
Modificado por última vez en Miércoles, 10 Junio 2020 17:28
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