En cuarentena, millones de personas estuvimos dentro de casa para detener la propagación del coronavirus. Sin embargo, hubo muchas personas que se siguieron moviendo para evitar mayores problemas. Y no, no estamos hablando de los médicos y su heroica labor, nos referimos a guardianes silenciosos, pocas veces vistos, pero sin los cuales no podríamos vivir sanos ni tranquilos en nuestra ciudad. ¿Sabes de quién hablamos?
En nuestra ciudad, más de 13 mil trabajadores de limpia1: barrenderos y barrenderas, operadores de camiones recolectores, voluntarios y voluntarias, recolectan todos los días los residuos que los ciudadanos les entregamos. ¿Te imaginas qué pasaría con los residuos que generamos si tan solo un día nos faltaran estas personas y su valiosa labor?
A diario, un(a) solo(a) barrendero(a) recolecta 2 571 toneladas de residuos, lo equivalente al peso de 1 714 coches; y en un año recorre lo equivalente a 146 vueltas al planeta. ¿No te parece admirable?
La labor de estos guardianes silenciosos no es fácil. Barrenderos(as), operadores de recolección y voluntarios(as), recorren todos los días las calles de la ciudad y recolectan las 12 404 toneladas de residuos que generamos a diario en la Ciudad de México. Ellos entran en contacto con los desechos que entregamos, abren las bolsas para verificar que los residuos estén separados correctamente y, cuando no lo están, los separan; dentro de su maniobra, esperan no cortarse, intoxicarse o algo peor, porque muchas veces los residuos no están bien separados desde las casas y nadie les advierte cuando hay algún desecho que pueda poner en riesgo su salud o hasta su vida.
A partir de la pandemia se ha sumado el riesgo de contagio, pese a todos los peligros cotidianos por estar en contacto con los residuos. Ante esta situación, las/os trabajadores de limpia toman precauciones para protegerse, pero nosotros desde nuestras casas, escuelas o lugares de trabajo, también podemos hacer algo para cuidar de su salud. No hay mejor manera de agradecerles lo que hacen por nosotras/os.
Lo que podemos hacer para ayudar a salvaguardar la salud de las y los trabajadores de limpia es muy sencillo, ¡separar bien nuestros residuos! Piensalo un poco, si entregamos nuestros residuos reciclables separados se agiliza la entrega en los camiones recolectores, facilita la tarea del personal y evita que entren en contacto con los residuos, lo que reduce riesgos de salud de las y los trabajadores del sector de limpia.
Desde el 8 de julio del 2017 entró en vigor la norma de separación2 que nos dice que es responsabilidad del generador separar los residuos en 4 categorías: orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y de manejo especial por lo que es una obligación de todos y todas.
Durante la pandemia, realizar la 3a separación de forma correcta podría marcar la diferencia en la disminución de riesgo de contagio del personal de limpia. ¿Lo recuerdas?
“Sigue estos sencillos pasos para facilitar el manejo de estos residuos:
Así, los trabajadores de limpia podían saber que esos residuos debían ser manejados con precaución.
¿Te das cuenta? Separar no sólo ayuda a evitar contaminación ambiental, también tiene un impacto positivo en la salud de las y los trabajadores de limpia de nuestra ciudad. Reconozcamos su labor, ayudemos a cuidar de su salud, la del medio ambiente y de toda nuestra comunidad. Recuerda que ¡separar nos une! #HazTuParte
1 SEDEMA. Inventario de Residuos Sólidos de la Ciudad de México 2022.
2 Norma Ambiental NADF-024-AMBT 2013 sobre Separación, Clasificación, Recolección Selectiva y Almacenamiento de los Residuos del Distrito Federal.
¿Sabes qué hacer con los residuos peligrosos que generamos en casa?
En la casa, en el taller, la oficina y casi en cualquier parte, las personas generamos residuos peligrosos. Si no me crees, piensa en todas las cajas de medicinas caducas que guardas, envases en aerosol, focos ahorradores, los envases con sobrantes de productos de limpieza como la sosa cáustica, el destapacaños o el thinner. ¡Así es! Todos ellos son ejemplos de residuos peligrosos que generamos ocasionalmente, contienen materiales que al desecharse liberan sustancias tóxicas y nocivas para los organismos vivos del ambiente como animales, plantas y, por supuesto, seres humanos.
Por eso, es pertinente separar los residuos peligrosos del resto de nuestra basura doméstica para promover su correcto tratamiento, así evitamos tanto la contaminación ambiental como el daño a la salud del personal de limpia de la ciudad. Para que puedas identificarlos fácilmente te compartimos las características de un residuo peligroso, basadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-052-2005 que establece las características, el procedimiento de clasificación y los listados de los residuos peligrosos.
Por sus siglas en conjunto, a estos factores se les conoce como CRETIB.
Otra recomendación para identificar un residuo peligroso consiste en observar y leer la etiqueta del envase o producto; por lo regular puede tener alguno de los siguientes símbolos, los cuales significan peligrosidad.
Seguro te preguntarás, ¿entonces qué hago con algunos de los residuos peligrosos que generó en casa? Las alternativas para desecharlos correctamente son:
En general, la Norma Ambiental para el manejo y tratamiento de los residuos NADF-024- AMBT-2013 en la Ciudad de México nos dice que es posible entregar cualquier tipo de residuo peligroso de origen doméstico a los camiones recolectores de basura de las alcaldías, siempre y cuando esté en un recipiente adecuado y contenga una etiqueta que especifique el contenido; sin embargo para oficinas, talleres y centros de servicio, es necesario contactar con empresas que hagan recolección de este tipo de residuos; esto puede generar un costo, dependerá de la cantidad, tipo de residuo y proveedor del servicio; en todo caso se sugiere consultar el directorio de empresas autorizadas por SEMARNAT que hacen manejo y disposición de los residuos peligrosos.
¿Cuántos residuos peligrosos generas en casa y con qué frecuencia?, conocer sobre los residuos peligrosos domésticos nos ayuda a ser más responsables con el medio ambiente, nuestra familia y también con los trabajadores de limpia que hacen la recolección y el manejo de los residuos de nuestras casas.
Por nuestra salud, la del ambiente y por nuestra ciudad, ¡haz tu parte! y separa tus residuos para que puedan aprovecharse, disponerse de manera adecuada y no contaminen.
Fuentes consultadas:
2015- Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México. Norma Ambiental NADF 024- AMBT 2013 que establece los criterios y especificaciones técnicas bajo los cuales se deberá realizar la separación, clasificación, recolección selectiva y almacenamiento de los residuos.Gaceta Oficial del Distrito Federal. 8 de julio de 2015. http://data.sedema.cdmx.gob.mx/nadf24/images/infografias/NADF-024-AMBT-2013.pdf
2021. Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Empresas autorizadas para el manejo de residuos peligrosos. Ciudad de México. https://www.gob.mx/semarnat/documentos/empresas-autorizadas-para-el-manejo-de-residuos-peligrosos
2005. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Norma Oficial Mexicana NOM-052-2005 que establece las características, el procedimiento de clasificación y los listados de los residuos peligrosos. Ciudad de México. Diario Oficial de la Federación, 23 de junio de 2006. https://www.dof.gob.mx/normasOficiales/1055/SEMARNA/SEMARNA.htm
¿Te gusta visitar los zoológicos, bosques o áreas naturales de nuestra ciudad? Entonces debes saber que para preservar su salud y continuar disfrutando de estos sitios es importante tener hábitos responsables y de cuidado cuando los visitemos.
Los bosques, zoológicos, Centros de Cultura Ambiental, Áreas Naturales Protegidas, Museo de Historia Natural, ubicado en Chapultepec, entre otros sitios naturales que se encuentran en nuestra ciudad, son sitios de encuentro y de intercambio sociocultural. En ellos, la ciudadanía se reúne para llevar a cabo diferentes actividades que van desde hacer deporte, realizar celebraciones, descansar, apreciar la belleza natural, hasta disfrutar de eventos culturales y educativos.
En el contexto de la campaña Ciudad Sustentable, ¡adiós desechables!, el uso de estos espacios es clave para promover el espíritu de la prohibición: evitar el consumo y desecho de plásticos desechables y de todo aquello que no es imprescindible para nuestras vidas, optar por cambios de hábitos hacia un consumo responsable de recursos para preservar la salud ambiental de nuestra ciudad y de todo el mundo.
Por eso, los bosques, zoológicos, Centros de Cultura Ambiental, ANPs, entre otros sitios naturales regulados por SEDEMA, se encaminaron en convertirse espacios libres de plásticos desechables, al implementar estrategias como “filtros educativos” en las entradas de dichos lugares, campañas de educación y comunicación ambiental para impedir el paso de los artículos plásticos que están prohibidos desde hace un año (dos años para el caso de las bolsas).
Además, se capacitó al personal interno y actores clave como scouts, organizaciones de la sociedad civil, comerciantes locales, ambulantes y grupos que se relacionan directamente con el espacio natural como vecinos y ciudadanía que voluntariamente se sumó a la difusión de la campaña, todos unidos con el fin de cuidar estos espacios naturales.
En el Bosque de San Juan de Aragón, por ejemplo, además de las actividades antes mencionadas, también se promovieron diferentes recursos digitales, como una encuesta, para conocer la percepción de sus visitantes en torno al uso de desechables, para conocer sus necesidades y ofrecer soluciones encaminadas a la eliminación de estos plásticos en este espacio natural.
Seamos responsables del cuidado y mejora de la salud ambiental de nuestra ciudad, pues de ella depende nuestra propia salud, así como la de la flora y fauna con quienes compartimos este ecosistema chilang@. Entre más sano sea nuestro ambiente, gozaremos de mayor salud, mejores y más bellos paisajes y espacios para compartir con nuestra familia y seres queridos.
Caminemos todos juntos a la construcción de una Ciudad Sustentable, digamos ¡adiós a los desechables! para contribuir al cuidado de estos “Espacios libres de plásticos desechables”.
El suelo es un sistema vivo. ¿Te imaginas cómo cambiaría tu vida si el suelo se satura de plástico? Realmente puede cambiar de muchas formas porque en él, animales, plantas, personas y otros organismos encuentran sustento pues contienen nutrientes de los que todos nos alimentamos. Este hecho convierte al suelo en el sostén de la agricultura y la economía de las naciones. Sobre él pueden llevarse a cabo diversas actividades recreativas, como andar en bicicleta o jugar fútbol, así como diversos actos escénicos y culturales
¿Cómo es el suelo del lugar dónde vives? Si no es de asfalto, al suelo que miras― en parques cercanos a tu casa, al que está en las montañas, pedregales, humedales, en los sitios donde siembran los alimentos que consumes y en las zonas rurales―le ha costado miles de años para formarse.
Y aunque casi no le prestamos atención, a menos que nuestra cara termine impactada en él, debes saber que el suelo presta diversos servicios ambientales: es hábitat de organismos y plantas que producen oxígeno; captura carbono y dióxido de carbono, así se obtiene una mejor calidad del aire; absorbe una parte importante de radiación solar manteniendo temperaturas bajas; al contrario del asfalto y el concreto que abundan en las ciudades que han contribuido a las elevadas temperaturas que alcanza el ambiente de la ciudad.
Los suelos también juegan un papel importante en la regulación del ciclo hidrológico y en la recarga de acuíferos, pues filtra, amortigua y capta ciertos contaminantes que llegan a través del aire, agua o vía terrestre, y les impide llegar a los cuerpos de agua subterránea, como el acuífero de la zona metropolitana de la Ciudad de México, del cual obtenemos el 41% del agua que consumimos quienes vivimos en esta entidad.
¿A pesar de su importancia, la salud del suelo se ve amenazada de diversas formas. Una de ellas está íntimamente relacionada con los plásticos y el uso que les damos.
Tan solo mira con atención el suelo de tu calle, del parque de tu colonia, o de cualquier otro sitio. Seguro encontrarás en él cualquier residuo plástico, grande o pequeño pero ahí está. Parece que estamos siendo invadidos por los plásticos y esto se debe a que una tercera parte de los residuos que generamos diariamente en la ciudad, son eso: plásticos y muchos de ellos no son depositados en un bote, sino que terminan en calles, coladeras, parques, alcantarillas, luego llegan hasta los ríos e incluso al mar.
La mayoría de los platos, vasos, cubiertos, globos y otros artículos plásticos están hechos a base de petróleo. Muchos de estos artículos que se produjeron desde hace 50 años, cuando inició su comercialización, hasta la fecha, se encuentran todavía en algún lugar de nuestro planeta y, mientras se desintegran, lo está contaminando.
En su desintegración los plásticos liberan sustancias tóxicas, gases de efecto invernadero y otros compuestos contaminantes. Lo más preocupante es saber que los plásticos mal desechados pueden terminar en nuestro propio cuerpo.
Sí, leíste bien, pedazos muy pequeños de artículos plásticos de un solo uso terminan dentro de nosotros, porque cuando se degradan en el mar, en un bosque u otro sitio natural, se fragmentan en pequeños trozos llamados microplásticos que por su pequeñísimo tamaño, menor a los 5 milímetros, llegan a los suelos por acción de arrastre del agua o el viento y son consumidos o absorbidos por el sistema de animales y plantas de los que nosotros nos alimentamos, todo ello dentro de nuestra cadena alimenticia.
La suma de todos los plásticos presentes en nuestros alimentos es equivalente a: ¡una tarjeta de crédito a la semana! ¿Y sabes qué es lo peor?, los científicos aún no han logrado determinar cuáles serán los impactos en la salud humana por consumir plástico, pero seguro alimentarnos de un material procedente del petróleo no debe ser muy saludable.
Cada vez que usas vasos, platos, cucharas o desechables, aportas a la contaminación por plásticos que está poniendo en riesgo la base de nuestra alimentación y, a su vez, nuestra salud y la de otros seres vivos.
El Gobierno de la Ciudad de México está consciente de esto y es por ello que este año prohibió la comercialización, distribución y entrega de bolsas plásticas de un solo uso, además, a partir del 1 de enero del 2021 también prohibirá los plásticos desechables como platos, cubiertos, vasos y sus tapas, charolas, globos y sus varillas, cápsulas de café, aplicadores de tampones, popotes, palitos mezcladores e hisopos que sean hechos total o parcialmente de plástico.
Para finales de este año, la SEDEMA ha puesto en marcha la campaña “Ciudad Sustentable, Adiós Desechables” que involucra a consumidores y comerciantes en todas la alcaldías de la ciudad con la prohibición.
Esta medida nos conviene a todos, por eso lo más recomendable es cumplir la ley y sacar de nuestras vidas a los plásticos desechables, dejar a un lado el mal hábito de consumir o desechar al por mayor, es mejor usar materiales reutilizables.
Echa a andar tu creatividad y encuentra alternativas. Sostengamos a quien nos sostiene; los suelos y al medio ambiente, para que sigan nutriendo la vida de todos y todas.
1 Production of methane and ethylene from plastic in the environment. Revista PLOS ONE https://doi.org/10.1371/journal.pone.0200574
2 National Geographic. El plástico es una amenaza para la salud de los humanos.
3 Un análisis sobre la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza. https://www.wwf.es/informate/actualidad/?50940/Consumimos-el-equivalente-a-una-tarjeta-de-credito-cada-semana#:~:text=Un%20reciente%20estudio%20se%C3%B1ala%20que,de%20una%20tarjeta%20de%20cr%C3%A9dito.
Más información
Si quieres resolver dudas acerca de la prohibición, todos los jueves habrán ventanas de información virtual para atender dudas y colaboraciones ciudadanas. Aquí la información:
Link para webinar matutino JUEVES 11:00 am, en plataforma Zoom
ID de reunión: 837 7572 7814
Código de acceso: 462124
Link para webinar vespertino JUEVES 18:00 a 19:00 pm, en plataforma Zoom
ID de reunión: 862 1157 3959
Código de acceso: 320090
¿Te ha pasado que estás frente a los botes de basura y no sabes cómo separar o dónde depositar exactamente los residuos que traes en la mano? Tu mente da vueltas, no sabes qué tipo de plástico es, ¿será reciclable o no reciclable? Y ahora, ¿quién podrá orientarte?
Detengámonos a pensar un poco más, ¿quiénes son las personas con la mayor experiencia para el manejo de los residuos en esta ciudad? Si pensaste en las y los trabajadores de limpia, estás en lo correcto. Y es que, a pesar de la pandemia, ellos ahí están; recorren y limpian todos los días nuestra ciudad y, sin embargo, a veces parecen invisibles. Comienzan su jornada de trabajo a las 5 de la mañana y van recolectando en sus carritos o en los camiones nuestros residuos: casa por casa, esquina por esquina.
“Trucos y Saberes para aprovechar mejor tus residuos” es el nombre de un Programa de la SEDEMA para orientar a los habitantes de la Ciudad de México sobre la adecuada separación, manejo y aprovechamiento de los residuos domésticos. Las y los trabajadores de limpia, convertidos en orientadores ambientales informan, al dar a conocer sus “trucos y saberes” para que los residuos no se conviertan en basura y sean aprovechados como materia prima o como composta de nuestras plantas; así entre todas y todos mejoramos nuestro medio ambiente.
Los orientadores ambientales de “Trucos y Saberes” son 60 hombres y mujeres que, como personal informal de las áreas de limpia en las alcaldías Alvaro Obregón, Azcapotzalco e Iztapalapa, decidieron sumarse, de agosto a octubre de 2020, a esta labor de orientar ambientalmente a todos los vecinos y ciudadanía en general a los que entregan sus residuos domésticos. Entre todos ellos brindaron más de 27 mil pláticas, alrededor de 40 charlas cada orientador por día. Todo esto a cambio de recibir un modesto apoyo de empleo temporal (otorgado por la STyFE), mejorar sus condiciones de recolección (al mejorar la separación) y de cumplir con su anhelo de ver los residuos limpios y separados.
Los temas de orientación ambiental sobre los residuos fueron divididos en 9 semanas, durante las cuales los trabajadores orientaron sobre la correcta separación de cada uno de los tipos de residuos: orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables, residuos electrónicos, residuos peligrosos e incluso, sobre manejar mejor los residuos domésticos de pacientes Covid, todo esto lo hicieron apoyados por diversos materiales educativos y de difusión como mantas, infografías, volantes, imanes y estampas.
“Después de tres meses de orientar a mis vecinos la mayor magia y el mejor truco, (nos cuenta una voluntaria de Trucos y Saberes) fue conocer mejor a los vecinos; que supieran que tengo nombre y llevo más de 12 años trabajando en la misma calle. También me gustó recibir su aprecio y colaboración con sus botes de residuos separados; incluso comenzaron a avisar cuándo llevan cosas peligrosas como vidrios o solventes. Todo esto vale la pena, lo mejor fue que empezaran a hacer composta con los residuos orgánicos y con ello las jardineras del parque ahora lucen más bonitas”.
Este programa de la SEDEMA probó este año que, aun bajo condiciones adversas, es posible transformar la cultura ambiental en algunas zonas de nuestra Ciudad y que el personal de limpia es capaz de orientar ambientalmente, al mismo tiempo que creamos lazos y comunidad mediante sus trucos y saberes. 27 000 orientaciones fueron impartidas en tres meses por estos hombres y mujeres, héroes de la calle. Un proyecto piloto digno de ser ampliado para toda la capital.
Si dependes no eres libre. Tú, ¿qué tanto dependes de las bolsas de plástico? Piensa qué tan fácil o difícil ha sido para ti cumplir con la prohibición al uso de bolsas de plástico desechables (de un solo uso) que entró en vigor el 1 de enero en la Ciudad de México. Si no has tenido ninguna dificultad para adaptarte a vivir sin ellas, ¡felicidades, te has liberado!
Si dependes no eres libre. Tú, ¿qué tanto dependes de las bolsas de plástico? Piensa qué tan fácil o difícil ha sido para ti cumplir con la prohibición al uso de bolsas de plástico desechables (de un solo uso) que entró en vigor el 1 de enero en la Ciudad de México. Si no has tenido ninguna dificultad para adaptarte a vivir sin ellas, ¡felicidades, te has liberado!
Estas bolsas, de dudosa procedencia, han atendido la necesidad de las y los chilangos que no han encontrado otras alternativas para guardar y transportar los artículos que compran. Sin embargo, aunque parezcan opción, siempre será mejor optar por bolsas reutilizables, resistentes y lavables, como las de tela, yute, malla o rafia. Recuerda que el verdadero problema no son las bolsas, sino el modo en que se usan y luego se desechan.
En un día en todo el mundo se producen 500 billones de bolsas de plástico y cada minuto se utilizan 1 millón de ellas, de las cuales menos del 5% son recuperadas para reciclarse y el resto termina en rellenos sanitarios o en alguna de las islas de plástico que se encuentran en los océanos de nuestro planeta, donde liberan gases de efecto invernadero y otros compuestos contaminantes1. Pero aún más preocupante es saber que los plásticos mal desechados pueden terminar en nuestro propio cuerpo.
Sí, leíste bien, fragmentos de bolsas plásticas y de otros artículos plásticos de un solo uso terminan dentro de nosotros, porque cuando se degradan en un sitio como el mar, en un bosque u otro sitio natural, se fragmentan y pueden ser consumidos o absorbidos por el sistema de animales y plantas de los que nos alimentamos2.
La suma de todos los plásticos presentes en nuestros alimentos es equivalente a ¡una tarjeta de crédito a la semana!3 ¿Y sabes qué es lo peor?, los científicos aún no han logrado determinar cuáles serán los impactos a la salud humana por consumir plástico, pero seguro alimentarnos de un material procedente del petróleo no debe ser muy saludable.
En México, sólo 1 de cada 100 bolsas de plástico desechadas se reciclan. Del resto, algunas se usan para depositar y entregar nuestros residuos, pero terminan acumulándose en los rellenos sanitarios, en espera de que pasen 150 años o más para desintegrarse. Otras llegan a las alcantarillas y de ahí se transportan a ríos, mares y lagos, donde contaminan estos cuerpos de agua y son confundidas con alimento por la fauna silvestre que vive en estos sitios.
La prohibición en la ciudad no incluye dejar de usar bolsas en casos de salubridad o para mantener la inocuidad. Por ello, durante la pandemia por SARS-COV-2, se ha permitido el uso de estas bolsas para el manejo de los residuos sanitarios como pañuelos desechables, cubrebocas, colillas de cigarro, guantes, entre otros. Sin embargo, en este caso la bolsa no es suficiente para evitar el contagio.
Diversos estudios científicos han constatado que el coronavirus puede permanecer activo en superficies de plásticos - y de otros materiales - hasta por 3 días4. Por ello, es importante para proteger al personal de limpia, cerrar la bolsa con residuos y rociarla por fuera con agua clorada (10 ml de cloro por litro de agua) antes de entregarla a los trabajadores de limpia.
Como puedes darte cuenta, aunque las bolsas plásticas aparentemente te resuelven una necesidad cómodamente, en realidad ponen en riesgo tu salud y la del medio ambiente. Por fortuna, desde hoy puedes cambiar esa situación.
Respeta la ley de prohibición. Cada que vayas de compras lleva tu propia bolsa o contenedor reutilizable. Si te ofrecen una bolsa “compostable” recuerda que aún no están certificadas, ¡no las aceptes! Detente a pensar si realmente necesitas las bolsas de plástico en tu vida. Pregunta a tus abuelos(as), padres y madres, cómo hacían su vida sin bolsas de plástico. Echa a andar tu creatividad y encuentra alternativas reutilizables para dejar de depender de ellas. ¡Vamos!, ¡libérate de las bolsas plásticas!
Preguntas frecuentes:
¿QUÉ PASA CON LAS BOLSAS?
1 Production of methane and ethylene from plastic in the environment.
Revista PLOS ONE doi.org/10.1371/journal.pone.0200574
2 National Geographic. El plástico es una amenaza para la salud de los humanos.
www.nationalgeographic.com.es/ciencia/grandes-reportajes/es-plastico-amenaza-para-nuestra-salud_12739/2
3 Un análisis sobre la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza.
www.wwf.es/informate/actualidad/?50940/Consumimos-el-equivalente-a-una-tarjeta-de-credito-cada-semana#
:~:text=Un%20reciente%20estudio%20se%C3%B1ala%20que,de%20una%20tarjeta%20de%20cr%C3%A9dito.
4 National Geographic. Este es el tiempo que permanece el coronavirus en diversas superficies.
www.nationalgeographic.com.es/ciencia/este-es-tiempo-que-dura-coronavirus-diversas-superficies_15337
Es de mañana y el viento sopla en nuestras mejillas, un señor prende su cigarro matutino para calentarse. Paso a paso avanza el día y con él las tareas que deben entregarse: reportes laborales, ensayos, reuniones, entregas de paquetería, solicitudes; el tiempo va de prisa y para aminorar el estrés o calmar la ansiedad, algunos encienden uno a uno los soldadillos blanquecinos de la cajetilla. Otros no necesitan atravesar estas emociones para sacar fuego, lo hacen por gusto, por el placer de saborear lo ahumado en sus gargantas.
¿Qué sucede una vez que apagan su cigarro? Vuelven a la carrera. ¿Y las colillas? Normalmente las botan sin darles sepultura y sin conocer las repercusiones ambientales que surgen de este “pequeño acto”.
En el mundo, de acuerdo con datos de National Geographic, los fumadores compran alrededor de 6,5 billones de cigarros al año, quiere decir que 18 mil millones de cigarros son consumidos al día. De ellos, sabemos que hay billones de colillas o filtros que no son desechados correctamente, pues sólo una tercera parte va a dar en la basura, mientras que el resto deambula en las calles, en las coladeras o en parques y zonas naturales.
La acción de apagar y lanzar se ha vuelto automática y, ¡esto debe cambiar! Al desechar los filtros de los cigarros estamos lanzando al medio ambiente: plástico, nicotina y alquitrán, también metales pesados (plomo, arsénico y cianuro) y otros químicos, lo que genera impactos negativos en los ecosistemas por los altos niveles de contaminación en áreas naturales, aguas y aire. Además, de acuerdo a estudios recientes, las colillas inhiben el crecimiento de las plantas.
Debemos considerar que los filtros tardan hasta 10 años en degradarse, mientras tanto se siguen prendiendo más cigarros, se desechan más colillas y, por tanto, más años de degradación y más contaminación.
La mayoría de estos materiales, al tomar la ruta acuática por medio de las alcantarillas, terminan en los océanos. En las jornadas de limpieza organizadas en las playas se ha encontrado que, después de los plásticos, las colillas son los residuos que predominan en las colectas. Se les encuentra enterrados en la arena, pero otros tantos llegaron al mar convirtiéndose en uno más de los peligros para las especies marinas al confundirlas con su alimento.
Si bien, el número de fumadores y cajetillas no da señales de disminuir, pueden realizarse acciones que prevengan mayores daños al planeta. Dejar el hábito de “apagar y lanzar” para convertirlo en “apagar y desechar” puede ser un gran paso para colaborar con el cuidado del medio ambiente. Tal vez no hay contenedores o botes cerca, pero podemos guardarlos hasta encontrar una sepultura adecuada a nuestra colilla y que el duelo no sea el del planeta.
Fuente:
Las colillas de cigarrillos también significan contaminación plástica tóxica, consultado en National Geographic en línea:
www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2019/08/las-colillas-de-cigarrillos-tambien-significan-contaminacion-plastica-toxica
¿Eres de las personas que separan sus residuos? Si es así, ¡gracias! Esta acción reduce significativamente la producción de basura, es decir, los desechos que ya no pueden ser reusados, reciclados ni revalorizados. Además, los residuos que separas pueden ser aprovechados.
Desde hace años, una parte de los ciudadanos se han sumado a esta necesaria tarea. Queremos que todos los habitantes de esta ciudad lo hagan. Por ello, el gobierno de la ciudad a través de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), está impulsando el Plan de acción “Basura cero”, que busca transformar los hábitos de producción y consumo hacia una economía circular, que se parezca más a los ciclos de la naturaleza, en la que todo residuo es reintegrado y nada se desaprovecha.
El reto es grande, sin embargo, con la participación del gobierno, la industria y la ciudadanía seguro lo lograremos.
Entérate de las acciones que como ciudadano (a) puedes llevar a cabo y juntos caminar hacia una ciudad con #BasuraCero.
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