Extra!, extra!, México es el país más rico de América y sus habitantes nos bañamos en la gran riqueza energética, sustentable e inagotable que son los rayos solares. Todos los días el sol ilumina nuestras mañanas, incluso las más nubladas. De día y de noche nuestro planeta recibe energía a través de la radiación solar, ¿te imaginas cuánta podría ser? Se estima que, tan solo en un año, el sol envía 20 veces más energía que la que brindan las reservas mundiales de petróleo; de tal manera que, sucede que a nivel mundial, México ocupa el tercer lugar en radiación solar, sólo falta aprovecharla correctamente.
El 21 de junio de cada año se celebra el día internacional del sol, es una fecha que coincide con el solsticio de verano, el día más largo del año en el hemisferio norte y el más corto en el hemisferio sur; además es la entrada a la siguiente estación, verano o invierno según el lugar del planeta donde vivas.
En nuestro país y en el mundo, el sol siempre ha sido objeto de culto y reconocimiento. Los antiguos romanos, por ejemplo, consideraban el domingo como “el día del sol”, mientras que para los Mexicas, el sol era un elemento central de su visión del mundo y su vida se desarrollaba entorno al “calendario solar”.
Festejar al sol es celebrar la vida y su importancia en la cotidianidad, es decir, en los aspectos más elementales de la existencia: la temperatura del ambiente, el clima, el crecimiento de las plantas, la generación de alimentos, los ciclos biológicos e incluso los vientos y las mareas, todo ello esson influenciado por el astro rey. Sin radiación solar sencillamente no podría haber vida en el planeta, ¿te imaginas cómo sería la Tierra sin sol?
Nuestra historia siempre ha estado vinculada a esta estrella cercana y hemos aprovechado su radiación como fuente de energía desde comienzos del siglo XX, cuando se generaron las primeras celdas solares. Pero sería hasta inicios del XXI que comenzó a verse como una alternativa necesaria para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) que propician el cambio climático y demás impactos negativos, lo cual conlleva el uso de combustibles como el carbón, gas y otros derivados del petróleo.
Por su abundancia, la radiación solar encabeza el listado de energías limpias, entre las que se consideran también la fuerza del viento, las mareas oceánicas y los yacimientos geotérmicos, entre otros. Todas estas fuentes de energía se pueden aprovechar para generar electricidad sin emitir GEI, como el dióxido de carbono (CO2), el principal agente del calentamiento atmosférico.
Nuestro país es bañado por el sol durante todo el año, por ello en todo el territorio nacional se puede aprovechar esta energía limpia. Los estados de Sonora, Chihuahua, Baja California y Baja California Sur son los que más reciben radiación.
En nuestra ciudad se impulsan tanto proyectos públicos como privados para instalar fotoceldas y generar electricidad a partir de los rayos del sol; ésta energía puede ser almacenada en baterías para disponer de ella en el momento que se decida. También existen, y cada vez son más frecuentes, los esquemas que permiten entregar la energía que no ocupas por cableado eléctrico a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que sea ésta quien la distribuya, de igual manera, durante la noche, cuando no puedes generar electricidad, la CFE es la encargada de suministrar la energía. Así, al final del bimestre, se contabiliza la energía generada en casa y se resta nuestro consumo; con los saldos positivos se pagan los sistemas de captación fotovoltaico que instalamos en nuestros hogares y empresas. De esta manera aprovechamos a nuestro querido sol como una fuente de energía inagotable y sin contaminar. ¿A tí cómo te gustaría aprovechar la energía del sol?