¿Pudiste observar que en el invierno pasado el clima era primaverizo?, ¿o que las lluvias son cada vez más intensas y que las sequías son más duraderas? ¿Has notado que donde antes había hielo, ahora solo hay agua? Si es así, entonces has sido testigo de algunos de los efectos del cambio climático.
El clima de nuestro planeta ha cambiado en varias ocasiones a lo largo de su existencia, algunas veces por factores naturales y otras por fenómenos astronómicos como la caída de grandes meteoritos; sin embargo, estudios científicos han determinado que las variaciones climáticas que vivimos hoy en día son causadas por las actividades humanas.
Por eso mismo, el cambio climático es motivo de preocupación para México desde hace ya varios años. Prueba de ello es la creación de instituciones e instrumentos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la adquisición de compromisos en foros internacionales para disminuir los efectos adversos de este fenómeno.
En ellos, nuestro país se comprometió a realizar acciones de mitigación, por lo que ha creado programas e inventarios nacionales para conocer el estatus de emisiones de GEI del país y presentar información periódica sobre las medidas que se están adoptando, así como los avances logrados a nivel nacional al firmar en 1992 la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Un dato interesante que debes conocer es que México es el único país en desarrollo que ha presentado la Quinta Comunicación Nacional ante la CMNUCC, donde reporta sus avances en torno a la mitigación del cambio climático. Desde 1995 participa de manera activa en las Conferencias de las Partes y en 1998 se sumó al Protocolo de Kyoto, comprometiéndose a disminuir sus emisiones de GEI a pesar de no estar obligado por ser un país en vías de desarrollo.
Además, en 2012, se convirtió en el primer país en desarrollo que cuenta con una ley sobre cambio climático, que entró en vigor en octubre de ese mismo año. La Ley General de Cambio Climático (LGCC), contempla la creación del Fondo para el Cambio Climático para financiar acciones que ayudan a enfrentar este fenómeno.
Algunas causas que han desencadenado el avance significativo del cambio climático son emisiones de GEI, incendios, vertederos de basura, la deforestación, incluso el cambio de uso del suelo1 o las sobreproducciones agrícolas y ganaderas, y como consecuencia, estas acciones aumentan el riesgo en la salud de los seres vivos así como a su ecosistema.
Con el motivo de conmemorar el Día Internacional de la Tierra este 22 de abril, queremos compartir contigo la vitalidad de los ecosistemas, pues sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De su salud depende directamente la del planeta y, por ende, la de todos los
seres vivos. Si restauramos los ecosistemas dañados estaríamos ayudando a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva.
Por eso es que en junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzará El Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, que nos ayudará a prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en el mundo, pero para ello debemos actuar todas/os y cuidar la salud de nuestro planeta, ¿cómo? Aquí unos consejos:
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Usa lámparas de bajo consumo en vez de lámparas incandescentes.
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Desconecta aparatos electrónicos que no estén en uso, así como las luces.
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Planta un árbol, crear un huerto urbano o un jardín polinizador.
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Aplica las “3R” (reducir, reusar y reutilizar) en cada una de tus compras.
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Di no a los plásticos.
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Reduce el uso de tu auto; utiliza transporte público o bicicleta.
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Consume productos locales y de temporada.
En este Día Internacional de la Madre Tierra hagamos conciencia e invitemos a más personas a ser parte de esta economía sostenible para generar una sociedad armoniosa con la naturaleza. Seamos la generación verde que el planeta necesita.
1 Consiste en cambiar el uso del suelo a otro que al efecto se determine sea compatible,
así como la densidad e intensidad de su aprovechamiento o el cambio de altura.