¿Te cuesta vivir sin bolsas de plástico? Los cambios no son fáciles, pero muchas veces nos hacen libres.
Recuerda, por ejemplo, cuando aprendiste a andar en bicicleta. Para no caerte tenías que colocar dos rueditas a los costados de la llanta trasera, te daban soporte y, sobre todo, confianza. Esas rueditas te hicieron sentir cómoda (o) y segura (o), tanto que hasta olvidaste que estaban ahí. ¿Qué sentiste cuando te dijeron que tenías que quitarlas y te subiste a la bici por primera vez sin ellas?, ¿sentiste miedo, pensaste que caerías?, pero luego descubriste que sin ellas podías ir aún más rápido y que al final de cuentas no necesitabas más esas rueditas.
Lo mismo pasa con las bolsas de plástico. Nos ofrecen comodidades al momento de ir de compras para cargar y guardar muchas cosas. Sin embargo, ya era tanta comodidad que se nos hizo fácil usar y tirar cuanta bolsa nos llegara a las manos, después de haberla usado, a lo mucho, dos veces.
Olvidamos que podíamos usar otro tipo de recipientes o materiales para cargar y guardar nuestros productos comprados en el mercado, súper o en la tiendita de la esquina.
No te angusties si ya no puedes usar más bolsas, piensa que así como fue un reto andar en bici sin rueditas, al final te sentirás más libre sin tanta bolsa de plástico de un solo uso. ¡Suéltate de la bolsa! Con esta simple acción ayudas a evitar la acumulación de tantas bolsas de plástico que se quedarán contaminando el planeta por más de 100 años, porque-por si no lo sabías-de todas las bolsas que usamos en la ciudad, sólo se recicla el 1%1.
Nuestra ciudad y nuestro planeta necesitan que te sueltes de la bolsa. Ayúdanos a construir una ciudad sin tanto plástico, una ciudad #BasuraCero.
1La historia de la bolsa de plástico, desde su nacimiento hasta su prohibición. ONU Medio Ambiente.
www.unenvironment.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/la-historia-de-la-bolsa-de-plastico-desde-su-nacimiento-hasta-su