Bosques, cuevas, barrancas y hasta nuestros propias casas son hogar de distintos seres vivos. En ‘Conoce a’ exploraremos la forma de vida de estos organismos con los que compartimos banquetas, árboles, lagos y distintos sitios en la Ciudad de México. Conoceremos sus hábitos, interacciones y la manera en que podemos ayudar en su cuidado.
El árbol que da pelotas
- Tan grande y majestuoso es el árbol del hule, que con su resina se fabrican pelotas, guantes, llantas, mangueras, globos…y con sus hojas y tallos se pueden aliviar enfermedades.
- Por su gran tamaño y resistencia sirve de refugio para diversas especies de animales como aves, insectos, anfibios y roedores.
- Aunque su ambiente natural son los bosques, también resiste las temperaturas citadinas y puede crecer en el suelo de arcilla que sostiene a nuestra ciudad.
Aunque parece extraño, en nuestro país existe un árbol que da la materia prima para producir pelotas. ¿Te suena? Se trata del árbol del Hule, también llamado caucho y conocido por los científicos como Castilla elástica, un árbol nativo de México y Centroamérica, con muchas cualidades y beneficios para el ambiente y la sociedad.
En nuestro país le llaman de muchas maneras porque su distribución se extiende por casi todo el territorio nacional: Holcuáhuitl, Olicuáhuitl (l. náhuatl); Hule; K'iik-ché (l. maya, Yuc.); Lacú (l. chontal, Oax.); Tiniag, Niasé, Ma-thi-ná, Motiná (l. chinanteca, Oax.); Palo de hule (Oax.) ; Olacahuite (Ver.) ; Tarantacua (Mich.) ; Quiikché, Yaxha (Yuc.) ; Tsacat (l. totonaca, Ver.) ; Yaga-latzi (l. zapoteca, Oax.) ; Pem (l. huasteca, S.L.P.).
Naturalmente se le encuentra en bosques y selvas, lo que lo hace resistente a temperaturas de 19 a 25 ºC y puede crecer en suelos arcillosos, como el de la Ciudad de México, pedregosos, arenosos, entre otros. Con estas cualidades se ha considerado una especie útil para reforestar selvas degradadas.
En nuestra ciudad podemos observar variedad de esta especie de árbol en calles brindándonos hermosos paisajes y sombra para protegernos del sol, por ser un árbol robusto. Llega a crecer de 20 hasta 50 m de alto; su tronco puede medir más de 60 cm de diámetro y sus hojas son ¡mucho más grandes que la mano de una persona adulta!, pues alcanzan un tamaño de 45 cm de largo y 20 cm de ancho. Éstas características hacen del Árbol del Hule un excelente sitio de refugio para diversas especies de animales como aves, insectos, anfibios y roedores.
El Hule ha llamado la atención de la industria, pues de él se obtiene el látex, que segrega de su tronco, un material muy útil por sus cualidades como: retener el aire, repeler al agua, aislar electricidad, larga durabilidad y elasticidad. Para recolectar el látex se hace una incisión en el tronco, de donde fluye el látex en forma líquida, obteniendo de cada corte aproximadamente 30 mililitros y el proceso tarda alrededor de una hora. Luego, el líquido se combina con ácido fórmico para obtener una masa elástica con la que se fabrican: pelotas, guantes, llantas, mangueras, globos, adhesivos, pinturas e impermeabilizantes.
Otra de sus cualidades es que se utiliza tradicionalmente para curar enfermedades en las personas; se usa la hoja para aliviar hemorroides, como antiinflamatorio, para calmar hemorragia estomacal y para quitar granos o pies astillados; el tallo (látex) se usa contra la disentería y para aliviar quemaduras. Así que es un árbol bastante bondadoso.
Nuestros ancestros prehispánicos también convivieron con este majestuoso árbol; con su resina elaboraron las pelotas que usaban en el “Juego de Pelota Prehispánico”2. Entonces cuando mires uno de estos árboles en la calle, respétalo y valóralo, pues forma parte de la cultura mexicana y de nuestro ecosistema chilang@.
1 CONABIO. Castilla elástica
2 SIAP. Hule Hevea, productor de látex.