La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo, decía Nelson Mandela, y tuvo mucha razón porque la educación, en particular la ambiental, es la herramienta más importante para un tema que nos compete a todas y todos: preservar la salud del planeta en el que vivimos, pero, no podemos cuidar y defender algo que no conocemos.
Pero, ¿qué es la educación ambiental (EA)? Tiene diferentes definiciones pero todas ellas concuerdan en que es un proceso que busca formar una ciudadanía informada, consciente y preocupada por el medio ambiente y las problemáticas relacionadas que estamos enfrentando a distintos niveles como habitantes de este planeta: La EA busca inculcar valores, actitudes, aptitudes para generar el compromiso de realizar acciones individual y colectivamente que contribuyan a las soluciones de los problemas ambientales actuales y futuros, de tal modo que tanto nosotros como las nuevas generaciones podamos vivir en un ambiente sano.
Es de suma importancia que individual y colectivamente tomemos conciencia de la crisis ambiental por la que atravesamos, por eso cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, decretado en Yugoslavia en 1975, durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental, del que resultó la Carta de Belgrado, donde se estableció el propósito principal de la EA. Dos años después, se adoptó la Declaración de Tbilisi, que retomó la Carta de Belgrado y se establecieron los objetivos generales para la EA, los cuales han construido las bases de lo que se ha hecho en este campo posteriormente.
La EA se basa en la ciencia, principalmente, en la biología, ¿por qué? Porque es la que se encarga del estudio de todos los seres vivos y las interacciones que hay entre ellos y su entorno. Al observarlos como un conjunto, todos los seres estudiados conforman el ambiente del que somos parte, gracias al cual vivimos y nos desarrollamos.
La importancia de la EA en nuestra ciudad se hace evidente en la escasez y mala calidad del agua, la pérdida de biodiversidad, contaminación del aire, aumento de temperaturas (calentamiento global) y la disminución de áreas verdes, entre otros efectos causados, en su mayoría, por nuestras acciones. En ese contexto, resulta indispensable que reflexionemos y actuemos de manera individual pero también colectivamente, como ciudadanas y ciudadanos responsables con el medio ambiente para combatir a estas problemáticas.
La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), a través de la Dirección de Cultura Ambiental impulsa el cuidado del ambiente por medio de diversos programas basados en procesos formativos como jardines para la vida, vocerías ciudadanas, ¡manos a la obra!. Así como, otros elementos de difusión; folletos, y un sitio web con contenidos sobre temas ambientales ¡visitalos!
Además, la Sedema organiza dos programas educativos que promueven el aprovechamiento de los residuos: el Reciclatrón, para el acopio de residuos electrónicos y eléctricos; y el Mercado de Trueque, en el que las personas intercambian sus residuos reciclables como PET, papel, cartón, botellas de vidrio y latas de aluminio por productos agrícolas cosechados localmente, plantas de ornato o productos hechos de materiales reciclados.
Sedema también gestiona tres Centros de Cultura Ambiental (CCAs): Acuexcomatl, Ecoguardas y Yautlica, que realizan actividades de EA para que las personas conozcan y adquieran herramientas para proteger la naturaleza de nuestra ciudad y de todo el mundo. En estos centros se realizan visitas guiadas, campamentos, talleres de reciclaje, agroecología, composta, captación de agua de lluvia, construcción de celdas solares, entre otras actividades.
Queremos que a través de la EA se siembren semillas de las/os próximas/os promotores y promotoras ambientales que busquen el bienestar de nuestro entorno natural y, a su vez, repliquen sus saberes, valores y acciones ambientales a más personas, para fomentar una cultura ambiental en nuestra ciudad.
¡No lo olvides! educar a las generaciones presentes y futuras sobre la importancia de conocer, proteger y mejorar el medio ambiente, es la única forma de caminar hacia una ciudad sustentable.
Fuentes consultadas:
Proteger y conservar sano al ambiente es responsabilidad de todas y todos porque somos y hacemos parte del entorno natural en que vivimos, en ese sentido, debemos realizar acciones en su beneficio para garantizar este derecho humano en generaciones presentes y futuras.
El deterioro ambiental compromete otros derechos humanos como el derecho al agua, a la alimentación y a la salud, es decir, si procuramos mantener un ambiente sano, también aseguramos en su conjunto el derecho a la vida.
Desde muy temprana edad nos dicen en la escuela, en casa y en la calle que todas las personas tenemos derechos, ¿los conoces? Seguro has escuchado del derecho a educación de calidad, a la salud, a una vivienda digna, a la alimentación, al trabajo, a la libertad de expresión, a la igualdad e incluso el derecho a la justicia, pero, ¿sabías que vivir en un medio ambiente sano también es un derecho humano?
Todos estos derechos los poseemos desde el día que nacemos hasta el día que termina nuestra existencia, sin importar el sexo, la pigmentación de la piel, el idioma que hablamos, nuestra orientación sexual, opinión política o religiosa, donde nacimos o vivimos, posición económica o cualquier otra condición.
Son vitales para el desarrollo integral de cada individuo e incluso tienen su propio día, el Día de los Derechos Humanos, que se celebra cada 10 de diciembre porque en un día como este, pero de 1948, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Quizás te estés preguntando, ¿qué importancia tiene dicha declaración? Pues es un documento histórico firmado por casi todos los países del mundo, que reconoce los derechos que le corresponden a cada persona, es decir, los derechos que hoy en día disfrutamos no estaban respaldados hasta hace menos de un siglo, ¿Puedes creerlo?
Aunque el derecho universal a un medio ambiente sano, se declaró tiempo después de la emisión de dicho documento, y que en México, particularmente, desde 1999 apenas se reconoció en el artículo 4° de nuestra Constitución Política, es un derecho plenamente establecido. En él, se señala que: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. Además, establece que es el Estado quien debe garantizar que se respete y se cumplan todas las normas establecidas para su protección, así como responsabilizar a quien provoque cualquier daño ambiental que impida su ejercicio.
Aquí cabe preguntarnos, ¿el entorno que habitamos está sano? Lamentablemente, no del todo. Y tal vez no pueda expresar síntomas como cuando nosotros enfermamos, pero presenta signos generales de deterioro como el calentamiento global, la contaminación del aire, suelo y agua, la pérdida de biodiversidad y fragilidad de los hábitats, etc.
Pero, ¿esto qué quiere decir? que si caemos en cuenta de que somos parte del medio ambiente y que de su bienestar depende nuestra calidad de vida, podemos entender que la salud ambiental también influye en la garantía de otros derechos humanos como gozar de agua de calidad, una buena alimentación y salud. Por ejemplo, la contaminación de la atmósfera causa cerca de 7 millones de muertes prematuras al año por enfermedades respiratorias en el mundo, ¡Te imaginas!
Los derechos son indivisibles, así como nuestro papel en el proceso natural lo es. Incluso, los derechos relacionados con la economía están vinculados necesariamente. Tan solo pensemos, ¿podrías nombrar algún trabajo en el que no se utilice directa o indirectamente de los recursos naturales que nos brinda la naturaleza? Difícil, ¿verdad?
En la Ciudad de México tenemos diferentes leyes, reglamentos y normas para la protección de los recursos naturales, las cuales, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) tiene la responsabilidad de aplicar, como la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, ¿Podrías mencionar alguna otra?
Además, la SEDEMA realiza acciones para garantizar a los habitantes de la ciudad este importante derecho humano como vigilar, proteger y conservar las Áreas Naturales Protegidas y la biodiversidad que ahí habita; también impulsa la creación y recuperación de áreas verdes con especies nativas; promueve la creación de jardines que atraigan a los polinizadores; realiza eventos de educación y comunicación ambiental que promueven el reciclaje, entre otras acciones a favor de proteger y mejorar la salud de nuestro ambiente. Todas estas acciones nos permiten orientarnos hacia una ciudad sustentable, innovadora y de derechos. Conoce más y súmate a los eventos que organiza la SEDEMA, para que todas y todos podamos gozar de un medio ambiente sano.
¿Ya lo ves? procurar y cuidar la salud ambiental es una responsabilidad colectiva, pues nuestras acciones modifican el entorno que todas y todos habitamos. Por eso, conmemoremos el Día de los Derechos Humanos siguiendo estas recomendaciones que puedes implementar en tu día a día para contribuir a garantizar uno de los derechos humanos más importantes para las generaciones presentes y futuras, el derecho al medio ambiente sano:
Denuncia ante la SEDEMA y Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial delitos que dañen o deterioren nuestro ecosistema chilango.
Infórmate y conoce las leyes, reglamentos y normas en materia ambiental que tenemos en la ciudad. Para saber más consulta aquí
Separa tus residuos y participa en programas que promuevan el reciclaje como Mercado del Trueque y Reciclatrón para que los desechos sean valorizados y aprovechados.
Instala tu propio jardín para polinizadores para atraer a este grupo de animales y favorecer la reaparición de la biodiversidad en la ciudad. También puedes crear un huerto urbano para cultivar tus propios alimentos.
Usa ecotecnologías en el hogar, como calentadores solares, composteros y captadores de lluvia para ahorrar energía, agua y darles una correcta disposición a tus desechos
Utiliza más los pies y menos el auto para disminuir la contaminación del aire. También puedes moverte por la ciudad en medios de transporte sustentables como Trolebús, Ecobici y Cablebús. Aquí encuentras las alternativas que puedes tomar
Sé un visitante verde de las Áreas Naturales Protegidas de la Ciudad de México para conocer, disfrutar y proteger los servicios ambientales que nos ofrecen y la biodiversidad que albergan
Comparte lo que has aprendido con un familiar, amigo o conocido para difundir este mensaje verde
1 ONU. La contaminación mata nueve millones de personas al año, el doble que el COVID-19. Fecha de consulta 15 de Septiembre, 2022. Recuperado de: https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162
En diciembre conmemoramos dos celebraciones que nos invitan a concientizar sobre la importancia de mantener la calidad de los suelos para la seguridad alimentaria, el buen estado de los ecosistemas y el bienestar de la humanidad: el 3 celebramos el Día Mundial de No Uso de Plaguicidas y el 5 celebramos el Día Mundial del Suelo. Por eso, en el presente texto encontrarás información relevante para reflexionar sobre esos temas.
¿Sabes qué hay debajo de tus pies? El suelo es mucho más importante de lo que te imaginas: en él viven muchos organismos; sobre él se construyen hogares y ciudades enteras; también ayuda a regular el ciclo del agua. Podemos decir que el suelo es el sostén de la vida porque provee de nutrientes tanto a animales como a plantas y humanos, pues en él se cultivan y cosechan nuestros alimentos. ¿Lo ves? El suelo es un sistema vivo, y como tal, también puede enfermar y entre los grandes enemigos de su salud están los plaguicidas.
La creciente demanda de alimentos en el mundo ha promovido el uso de plaguicidas, productos químicos, muchos de ellos tóxicos, utilizados para eliminar plagas o controlarlas. De este modo, el uso de estas sustancias incrementa la productividad de los cultivos, pero también contamina al suelo, al ambiente y afectan la salud humana. Aunque los plaguicidas más modernos poseen menos sustancias nocivas para la naturaleza, se siguen utilizando los más antiguos, y más dañinos, por ser menos costosos.
Sin importar el tipo de plaguicida que se aplique en los cultivos, generalmente se usan de manera indiscriminada y descontrolada, de tal forma que se acumulan en el suelo, volviéndolo tóxico, infértil y matando a los organismos que lo habitan y le dan vida. Las consecuencias de su uso no se quedan en el suelo, el daño se extiende hasta el agua e incluso el aire.
Cuando la concentración de estos químicos es elevada, el suelo no logra retenerla y la infiltra junto al agua hasta los mantos acuíferos, de donde, al menos en la Ciudad de México, obtenemos el 70% del agua que consumimos diariamente. En las mismas condiciones, el exceso de plaguicidas puede escurrir hasta los ríos y arroyos, y dispersarse por acción del aire, lo que facilita que las personas, animales y plantas silvestres entremos en contacto con las sustancias tóxicas de los plaguicidas, aumentando el riesgo de sufrir efectos adversos a nuestra salud.
Entre los animales más afectados por los plaguicidas están las poblaciones de insectos terrestres, como los polinizadores, ¿has oído hablar de ellos? Estos animales son importantísimos para la reproducción vegetal y la producción de alimentos; y aunque no todos ellos son insectos, podemos reconocer ejemplares como las abejas, mariposas y escarabajos, que juegan este papel, pero que enferman o incluso mueren, al ser expuestos a los plaguicidas. Dicho de otro modo, el uso de plaguicidas conlleva a la pérdida de biodiversidad y alteraciones en la dinámica de los ecosistemas.
Desafortunadamente, el ambiente es rociado cada año a nivel global con 4.6 millones de toneladas de plaguicidas químicos de forma ineficiente. Esto facilita la exposición de seres vivos con estas sustancias de manera constante y prolongada, provocando cerca de 385 millones de casos de envenenamiento involuntario, no mortal y aproximadamente 11,000 muertes en todo el mundo por causa de los plaguicidas.
Los países en desarrollo, incluido México, representan el 25% del uso mundial de plaguicidas en la agricultura y suman el 99% de las muertes derivadas de su uso3. También hay asociaciones significativas entre la exposición humana a plaguicidas y enfermedades como cánceres, afecciones neurológicas, inmunitarias y reproductivas2.
Para nuestra fortuna, podemos combatir esta problemática desde diferentes trincheras. A nivel de producción resulta útil transformar las prácticas agrícolas desde la política pública, en coordinación con los productores, para transitar hacia la agricultura sostenible y reducir el uso de plaguicidas2. Una forma de lograrlo es dar un manejo integrado de plagas al combinar variedades agrícolas resistentes a plagas con la rotación de cultivos y la introducción de depredadores naturales de las plagas más comunes.
Como usuarios, podemos apoyar a través del consumo responsable, el cual consiste en llevar a cabo acciones como: reducir el desperdicio de alimentos, conocer su procedencia, preferir productos sin empaquetados, evitar la compra de los que se generan en masa, apoyar a los productores locales y comprar los alimentos que ofrecen, pues aunque su producción es menor, también es más segura y libre de plaguicidas.
Si bien es notorio que el uso de plaguicidas ha facilitado nuestro acceso a alimentos, debemos estar conscientes de que su uso nos daña a todos los seres vivos. Estar informados y tomar acción es nuestra responsabilidad para cuidar de la salud de todas las formas de vida que habitamos este bello planeta.
1 FAO. (fecha de consulta: 8 de septiembre, 2022). Día Mundial del suelo, 5 de diciembre.
2 ONU-Medio Ambiente. (2022). Efectos de plaguicidas y fertilizantes sobre el medio ambiente y la salud y formas de reducirlos. Por un mundo con productos químicos seguros.
3 FAO. (20 de junio, 2018). Los contaminantes agrícolas: una grave amenaza para el agua del planeta.
Â
Â
El 2 de noviembre se abre un portal entre el mundo de los vivos y los muertos, y en México lo conmemoramos como el DÃa de Muertos. La celebración, cuyo origen se remonta a los tiempos previos a la conquista, pervive en el sincretismo caracterÃstico de los mexicanos. Es por ello una buena ocasión para reflexionar sobre la vida y la muerte, de todos los seres vivos o el entorno del que somos parte, la naturaleza.
Este año, ¿cómo respetaremos la muerte? ¿Cómo podemos mostrarle afecto a los muertos? Las respuestas a estas preguntas serán variadas, pero, si quieren ser completas, requieren algo en común: cuidar la vida.Â
Las festividades de DÃa de Muertos y DÃa de Todos los Santos son las segundas en generar mayor cantidad de residuos, superadas sólo por las fiestas decembrinas. Los desechos se generan a partir de la decoración de tumbas y los envases de plástico utilizados para la comida y bebida1. Para preservar y repartir la vida, es necesario que adoptemos costumbres más sustentables, que generen menos basura y menos contaminación y que ayuden a cuidar o reaprovechar lo que ya tenemos. Por esto, para celebrar un DÃa de Muertos consciente y respetuoso con la muerte, aquà hay algunos tips:
Es recomendable, por ejemplo, comprar cempasúchil en maceta para cuidarla todo el año y no sólo en octubre. El cempasúchil es la flor caracterÃstica de esta tradicional celebración. Se dice que, por su color, los mexicas consideraban que guiaba el camino de los difuntos hacia el más allá; actualmente, se utiliza como decoración en los altares de muertos. Con una mentalidad sustentable que nos guÃa a no consumir y desechar los seres vivos y recursos que tenemos a mano, la forma en la que tratamos a esta flor serÃa un poco diferente, cuando se retiren las decoraciones, no hay que tratar a los pétalos rotos como basura.Â
El año pasado, el Gobierno de la Ciudad, a través de la SecretarÃa de Cultura, instaló un centro de acopio de flor de cempasúchil en la Fábrica de Artes y Oficios del Faro de Tláhuac para usarlas en la producción de colorantes y plaguicidas naturales, asà como para sanear suelos y en la elaboración de remedios de medicina herbolaria. Te invitamos a mantenerte atenta y atento a los centros de acopio que puedan abrirse este año.
Otro uso que se le puede dar es para hacer composta, para colorear los alimentos de las aves y hacerlos más atractivos , por último, para elaborar cervezas artesanales, tés o pulque. Además, el cempasúchil tiene beneficios medicinales y puede mejorar la digestión o la tos2.Â
Con respecto a los disfraces y las pinturas que se pueden utilizar para representar catrinas, es importante que revisemos los componentes de los mismos. Según datos de la organización Greenpeace, cerca de 7 millones de disfraces son desechados al año, y el 69% de sus componentes son derivados del plástico3. El maquillaje y la diamantina pueden contener microplásticos que no sólo contaminan, sino que también dañan nuestra salud, para evitarlo, simplemente revisa qué clase de productos consumes y de qué están hechos.Â
Una actividad maravillosa que se puede hacer en grupo y aumentar el espÃritu festivo es realizar las decoraciones de altares, tumbas y espacios de celebración con materiales de reúso. Botes de comida, papel usado y envolturas pueden cobrar una nueva vida con ayuda de pinceles, pintura y pegamento. ¡Da rienda suelta a tu creatividad y personaliza tus propios adornos!
Por último, es importante cuidar la comida, tanto aquella que ofrecemos a los difuntos como a los vivos, pues se estima que en nuestra ciudad se desperdician diariamente 13 mil toneladas de alimentos y esta cifra puede aumentar en temporada de ofrendas, situación que queremos evitar. Procura que los empaques que uses o compres sean sustentables, no plásticos de un solo uso, sino cartón o papeles que puedes reciclar y reutilizar. No generes mayores residuos con utensilios desechables, ya que estos contaminan el planeta y descuidan la vida que tanto estamos celebrando. Sustituye el unicel por envases de barro, que son mucho más bonitos y tradicionales. Si dejas comida en un altar de muertos, puedes consumirla después de la celebración. El pan, por ejemplo, se puede moler y añadir al ponche de fruta para darle una consistencia más espesa4. Â
Estas son sólo algunas ideas de cómo puedes celebrar el DÃa de Muertos de manera sustentable. Sin embargo, lo más importante es que adoptes el propósito de cuidar la vida para respetar la muerte, ya que eso impactará en todas tus decisiones y en la forma en que conmemoras a los difuntos.Â
Â
Â
Â
1 Prensa Animal (2021) El DÃa de Muertos, ¿cuántos residuos deja?.
Consultado el https://prensaanimal.com/el-dia-de-muertos-cuantos-residuos-deja/ el 20-09-2021.
2 México Ruta Mágica (2021) Campos de Cempasúchil, un espectáculo amarillo con aroma a tradición.
3Â GreenPeace(2019) Datos escalofriantes que no sabÃas del dÃa de muertos.
Consultado en https://www.greenpeace.org/mexico/blog/3465/5-datos-escalofriantes-que-no-sabias-del-dia-de-muertos/ el 20-09-2021.
4 EFE (2018) DÃa de Muertos, conectado con la sustentabilidad y el medioambiente en México.
Consultado en https://www.efe.com/efe/america/mexico/dia-de-muertos-conectado-con-la-sustentabilidad-y-el-medioambiente-en-mexico/50000545-3801517 el 17-09-2021.Â
Consultado en https://mexicorutamagica.mx/2021/09/03/campos-de-cempasuchil-puebla-cholula-atlixco/ el 21-09-2021.Â
En las noticias, periódicos y en las redes sociales se habla cada vez más de los efectos del cambio climático: los cambios de temperaturas y patrones climáticos, la pérdida de ecosistemas o la extinción de especies. Pero, ¿sabes qué lo genera?
Su origen fundamentalmente es el desequilibrio de gases de efecto invernadero (GEI) presentes en nuestra atmósfera, que ha sido potenciados con las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles la generación de energía, los vertederos de basura, la minería, la tala y desmonte de tierras y bosques, el comercio, la industria, el transporte, la agricultura y prácticamente todas nuestras actividades del día a día implican la emisión de GEI.
Pero tengamos cuidado, los GEI no son del todo los villanos del cuento, pues gracias a ellos existen las condiciones propicias para la vida en el planeta, pues los GEI de la atmósfera retienen calor y se mantiene una temperatura global ambiental promedio de 15°C, la cual es apropiada para todas las formas de vida. Sin embargo, cuando el balance de GEI se rompe, aumenta su concentración y la atmósfera de nuestro planeta absorbe más calor, lo que provoca un aumento en su temperatura promedio, dicho efecto se conoce como calentamiento global. Este fenómeno provoca alteraciones en el clima por periodos largos de tiempo, dando lugar al cambio climático.
De los GEI que se encuentran en la atmósfera, los principales responsables del efecto invernadero natural son:
El vapor de agua (H2O) producido por la evaporación del agua.
El bióxido de carbono (CO2) generado a partir de la respiración de los seres vivos, la descomposición de la materia orgánica muerta y los incendios naturales.
El metano (CH4) emitido por los humedales y los rumiantes (ganado vacuno) durante su proceso digestivo.
El óxido nitroso (N2O) producido por la descomposición bacteriana de la materia orgánica.
El ozono (O3), que a nivel troposférico es problemático, resulta de la reacción química entre los componentes del gas LP y la radiación solar, es decir, lo propician las fugas de gas LP.
Las actividades humanas han intervenido en las dos causas principales del cambio climático, ya que han aumentado la generación de GEI y han reducido sumideros de carbono o ecosistemas que naturalmente absorben GEI, principalmente, a través de la fotosíntesis en las plantas como los bosques, por ejemplo.
En la Ciudad de México los efectos del cambio climático se ven reflejados en los cambios de la humedad y la temperatura. Las lluvias se han intensificado con el paso del tiempo, causando granizadas, inundaciones, deslaves, rachas de vientos que derriban árboles o arrancan los techos de las casas, pero también se viven periodos prolongados de sequías. Ésto desequilibra y desordena los ciclos naturales, altera los servicios ecosistémicos, pone en riesgo la supervivencia de la biodiversidad, la calidad de vida de las personas y ocasiona problemas de salud pública.
El aumento de la temperatura causa deshidratación, golpes de calor, enfermedades intestinales y respiratorias, sobre todo en la población vulnerable como niñas, niños y personas de edad avanzada; además, ocasiona reacciones alérgicas y de asma porque en estas condiciones se facilita la dispersión de polen en el aire.
La aparición y propagación de enfermedades causadas por algunos microorganismos también está relacionada con el cambio climático. El aumento de temperatura y la acumulación de agua en depósitos naturales o artificiales dan lugar a criaderos de insectos portadores (también conocidos como vectores) de algunas enfermedades infecciosas como dengue, paludismo y fiebre chikungunya.
Para disminuir los efectos del cambio climático es necesario informarse constantemente y seguir las recomendaciones de las autoridades para salvaguardar nuestra integridad, así lograremos construir una ciudad capaz de resistir y recuperarse rápidamente ante los riesgos que este fenómeno ocasiona y podremos estar preparados ante amenazas futuras.
En la Ciudad de México, la Estrategia Local de Acción Climática 2021-2050 y su Programa de Acción Climática 2021-2030 integran una política climática que busca alcanzar cero emisiones GEI en 2050, así como fortalecer la capacidad de adaptación y resiliencia de los ecosistemas, la infraestructura, los sistemas productivos, las personas y sus medios de vida frente a los impactos negativos del cambio climático. ¿Cómo se pretende lograr lo anterior? Al contemplar ocho ejes estratégicos: 1) Movilidad integrada y sustentable, 2) Ciudad solar, 3) Basura cero, 4) Manejo sustentable del agua y rescate de ríos y cuerpos de agua, 5) Revegetación del campo y la ciudad, 6) Capacidad adaptativa y resiliencia urbana, 7) Calidad del aire, y 8) Cultura climática.
Al sumarnos a las acciones derivadas de esta estrategia y buscar nuevos hábitos individuales y colectivos para reducir las cantidades de GEI que emitimos, uniremos fuerzas para combatir y revertir al cambio climático.
A partir de hoy:
evita desperdiciar el agua, comienza a aprovechar la lluvia;
usa más los pies y menos el coche; sustituye el auto por la bicicleta o el transporte público;
disminuye los residuos que generas, sepáralos para que sean aprovechados, para reducir la cantidad de basura y la contaminación que provoca;
haz compras conscientes; detrás de cada producto hay naturaleza afectada;
repara tu ropa o electrónicos antes de desecharlos, alarga su vida útil al máximo;
usa productos reutilizables y sin tantos empaques;
evita y repara fugas de gas;
reforesta y/o cuida las áreas verdes que visites;
consume productos locales y evita el desperdicio de alimentos;
instala huertos o jardines para polinizadores en tu casa;
usa insecticidas naturales;
Así, cada día realiza más acciones responsables y consistentes que limiten el cambio climático.
1.ONU Medio Ambiente, ¿Qué es el cambio climático? https://www.un.org/es/climatechange/what-is-climate-change#
2. NECC. Gases y compuestos de efecto invernadero. https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/gases-y-compuestos-de-efecto-invernadero
3.WWF. Antropoceno. https://www.wwf.org.mx/quienes_somos/planeta_vivo/antropoceno/
4. SEDEMA. Estrategia Local de Acción Climática 2021-2050.
Seguramente tienes nociones, detalladas o tal vez muy generales, de lo que trata la jardinería: esa práctica llena de técnicas para cultivar espacios verdes donde plantamos flores, árboles, hierbas u hortalizas, ¿y para qué lo hacemos? Por el simple gusto, por lo estético o porque lo elegimos como parte de nuestro medio de alimentación. Pero, ¿en algún momento te has puesto a pensar que el fin de un jardín puede ser el proteger las condiciones del medio ambiente del cual vive y respira?
Esta perspectiva puede hacerse evidente desde el enfoque de la Jardinería Ambiental, que es diferente a la jardinería que toda/os conocemos, pues está destinada al cuidado de las áreas verdes en la ciudad o cualquier otro sitio, al procurar, entre otras cosas, la plantación de especies endémicas de la ciudad para conservar la biodiversidad local.
Su finalidad no se reduce a un tipo de estética dominante, pues permite que las flores y plantas se desenvuelvan de manera más natural, así que, ¡despeinemos los jardines y las áreas verdes! Los looks rebeldes, no tan pulcros en sus cortes, favorecen el aumento de la presencia de fauna local, necesaria para la reproducción general de un ecosistema.
Tan necesaria y relevante es en nuestras vidas que el 5 de octubre es reconocido en la Ciudad de México como el Día de la Jardinería Ambiental. ¿Lo sabías?
Por lo anterior, debemos renovar desde ya el enfoque poco ambiental que hasta la fecha hemos dado a nuestras áreas verdes y comenzar a sembrar con conciencia y conocimiento para potencializar la sustentabilidad urbana, o sea, un nuevo equilibrio para la urbe que habitamos. La Jardinería Ambiental permite crecer la biodiversidad de flora y fauna, aprovecha el agua de lluvia al filtrarla en el subsuelo, beneficia nuestro estado de ánimo o bienestar emocional, es un espacio de recreación, todo ello sin dejar de lado que conserva lo nativo. ¡Tantos beneficios!
Es una transición de lo estético a lo cultural, de lo ornamental a lo sustentable; es parte de una educación ambiental que nos enseña a dejar de ver a las hojas secas como “basura” para pensarlas como abono que permitirá a los árboles crecer más fuertes y sanos. Nos enseña a cuidar el agua porque sabemos qué ejemplares locales habitan el jardín, las cantidades que requieren del vital líquido y aprendemos a utilizar los recursos de la naturaleza, como la lluvia. Al mismo tiempo, brindamos alimento y hogar a las especies polinizadoras que son las grandes responsables de los ciclos de vida en la Tierra.
Si te das cuenta, es una disciplina, un oficio, un arte, donde converge paisajismo, valores, responsabilidades, conocimientos, cultura y belleza, no de la que estamos acostumbrados a ver con la geometría formal, tonalidades o formas estéticas, sino de la belleza de la vida en su fluir.
Cada que llegan las fiestas patrias, cabe reflexionar sobre qué clase de ciudad construimos día a día, y los impactos ambientales que tienen nuestras acciones como la celebración de nuestra independencia nacional.
Las partículas y metales liberados por los fuegos artificiales afectan la calidad del aire, causan males respiratorios y aumentan la gravedad de otros como el Covid-19; también, estresan a la fauna silvestre, a nuestros animales de compañía y a las personas.
Septiembre es un mes bello. Dejamos atrás el calor del verano y comenzamos a vestir a la Ciudad de México de los tres colores que caracterizan nuestra identidad, siendo esta tan diversa como la cantidad de mexicanas y mexicanos. Es momento de las fiestas patrias, de hacer relucir todo aquello que nos une: la comida, la música, los postres, bailes y tradiciones. Es momento, también, de reflexionar sobre qué clase de país construimos todos los días desde nuestras actividades en la ciudad, tanto en la cotidianidad como en los momentos especiales y festejos.
Fue el festejo del centenario de la independencia, durante el gobierno de Porfirio Díaz, cuando se marcó la pauta para las siguientes conmemoraciones. Desde entonces, las fiestas patrias son grandes, coloridas, llenas de ruido y música. Hoy cabe, quizá, dar un paso atrás para preguntarnos qué clase de convivencia festiva queremos tener, qué consecuencias ambientales tiene y qué dice de nosotros.
Desde hace años, por ejemplo, se ha realizado el llamado a no tronar cuetes, petardos y toda clase de fuegos artificiales. Vale la pena revisar las razones por las que se pide esto:
Por la contaminación del aire que produce la pirotecnia. Los cuetes están conformados por materiales que, al mezclarse en el aire, liberan monóxido de carbono (CO) y partículas suspendidas (PM2.5). Las partículas suspendidas y metales causan males respiratorios, al tiempo que aumentan la gravedad de otros, como los provocados por el COVID-19. Por otro lado, el CO puede causar malestar como dolor de cabeza por envenenamiento.
No sólo el aire recibe impactos ambientales de los fuegos artificiales. Si está cerca de un cuerpo de agua, el perclorato de sodio que detona la cohetería daña a microorganismos y a la fauna acuática (y sabemos que el agua es un bien que debemos cuidar a toda costa).
Además, la tierra también sufre grave riesgo, ya que la pirotecnia es una importante causa de incendios forestales. El precio lo pagan los ecosistemas, los animales, plantas, sus hogares, el aire y, de nuevo, nosotros. Tan sólo en los primeros 4 meses del 2021 se reportaron 37 incendios en nuestra ciudad. No podemos ser indiferentes ante la gravedad de este asunto.
Hablemos de la contaminación auditiva. El oído humano tiene la capacidad de percibir ruidos de hasta 90 decibeles sin sufrir un daño. Sin embargo, cuetes como los morteros llegan a los 145 decibeles, perjudicando la audición con efecto de zumbido, el cual puede disminuir, pero no desaparece del todo: su daño es permanente. Además, las personas que pertenecen al espectro autista sufren especialmente, ya que su percepción auditiva es mucho más aguda.
Los animales perciben diferente que los seres humanos, pues escuchan mucho mejor que nosotros. Por lo tanto, las detonaciones les afectan mucho, causándoles pánico y fuertes dolores.
Por último, pero no menos importante, la pirotecnia es un ejercicio de alto riesgo. Puede provocar quemaduras e incluso pérdida de miembros como dedos u ojos. De hecho, se recomienda que sólo los expertos manejen la pirotecnia.
Si después de leer estas 6 razones para no usar pirotecnia este septiembre aún no te has convencido, has de saber que en la Ciudad de México la actividad está prohibida por la Ley de Cultura Cívica (art. 28, fracción VII). Las multas pueden llegar a valer dos mil 172 pesos a tres mil 127, arresto de 25 a 36 horas o 18 horas de trabajo comunitario. Para evitar los efectos nocivos de los fuegos artificiales, y para celebrar las fiestas patrias con plena alegría ambiental, aquí hay algunas recomendaciones:
Usa papel picado: este producto artesanal es ya parte tradicional de las festividades de independencia, por lo que no es raro conocer los diseños que exhiben a la catrina o alegres letras que dicen “¡Viva México!”. Eso sí, procura cuidar tus decoraciones para poder utilizarlas en más de una ocasión.
Prefiere las lámparas de papel: esta forma de decoración ilumina de manera colorida, por lo que ayuda a crear un ambiente alegre y artesanal. Además, puedes guardarlas y usar en muchas ocasiones distintas.
Artesanías, alebrijes, figuras de barro: ¿Qué mejor momento para hacer un despliegue de las figurillas que coleccionan las familias que la celebración de la mexicanidad? No subestimes el impacto que los objetos pequeños pueden tener en un espacio.
Tejidos típicos: manteles, caminos (qué es pasos?) de mesas y tapices con tejidos de las comunidades originarias, le añaden color y variedad al espacio en el que estés.
Juguetes o instrumentos musicales artesanales.
Además de esto, no hay que olvidar que la música, los bailes y la comida son los puntos centrales de las fiestas. No necesitas tronar cuetes para alegrar la fiesta pues sus consecuencias negativas son cada vez más evidentes. Hay muchas maneras de expresar nuestra alegría y festejar con las personas que queremos.
Mejor cuando estás con tu familia canta a todo pulmón canciones que los hagan sentir unidos. ¡Viva México! ¡Viva la naturaleza! ¡Viva la ciudadanía responsable que cuida el ambiente de la ciudad!
Referencias
Gaceta UNAM (2019) Éste es el origen de las fiestas patrias. https://www.gaceta.unam.mx/este-es-el-origen-de-las-fiestas-patrias/, consultado el 20-julio-2021.
Gobierno de México (2018) Contaminación por pirotecnia. https://www.gob.mx/semarnat/articulos/contaminacion-por-pirotecnia, consultado el 23-julio-2021.
Gaceta Oficial de la Ciudad de México (2019) Ley de Cultura Cívica, art. 28, sección VII. https://data.consejeria.cdmx.gob.mx/portal_old/uploads/gacetas/60d674a9582028dfbc51e1dc34c712cc.pdf, consultado el 23-julio-2021.
Instituto Mexiquense de la pirotecnia (sf) Metales en Pirotecnia. https://imepi.edomex.gob.mx/sites/imepi.edomex.gob.mx/files/files/Manual_Metales_Pirotecnia_fin.pdf, consultado el 23-julio 2021.
Secretaría del Medio Ambiente (2020) Síntesis de Prensa, Sedema.cdmx.gob.mx, Consultado el 24-julio-2021.
Hospital Universitario Austral (2019) Disfruta de unas fiestas felices y seguras sin pirotecnia. https://www.hospitalaustral.edu.ar/plandesalud/novedades/disfruta-de-unas-fiestas-felices-y-seguras-sin-pirotecnia/, consultado el 22-julio-2021.
CONAFOR (2021). “Reporte Semanal Nacional de Incendios Forestales”, información preeliminar del 01 de enero al 06 de mayo de 2021, recuperado el 12-mayo-2021 en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/636276/Reporte_del_01_de_enero_al_06_de_mayo_de_2021.pdf
¿Sabes qué hacer con los residuos peligrosos que generamos en casa?
En la casa, en el taller, la oficina y casi en cualquier parte, las personas generamos residuos peligrosos. Si no me crees, piensa en todas las cajas de medicinas caducas que guardas, envases en aerosol, focos ahorradores, los envases con sobrantes de productos de limpieza como la sosa cáustica, el destapacaños o el thinner. ¡Así es! Todos ellos son ejemplos de residuos peligrosos que generamos ocasionalmente, contienen materiales que al desecharse liberan sustancias tóxicas y nocivas para los organismos vivos del ambiente como animales, plantas y, por supuesto, seres humanos.
Por eso, es pertinente separar los residuos peligrosos del resto de nuestra basura doméstica para promover su correcto tratamiento, así evitamos tanto la contaminación ambiental como el daño a la salud del personal de limpia de la ciudad. Para que puedas identificarlos fácilmente te compartimos las características de un residuo peligroso, basadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-052-2005 que establece las características, el procedimiento de clasificación y los listados de los residuos peligrosos.
Por sus siglas en conjunto, a estos factores se les conoce como CRETIB.
Otra recomendación para identificar un residuo peligroso consiste en observar y leer la etiqueta del envase o producto; por lo regular puede tener alguno de los siguientes símbolos, los cuales significan peligrosidad.
Seguro te preguntarás, ¿entonces qué hago con algunos de los residuos peligrosos que generó en casa? Las alternativas para desecharlos correctamente son:
En general, la Norma Ambiental para el manejo y tratamiento de los residuos NADF-024- AMBT-2013 en la Ciudad de México nos dice que es posible entregar cualquier tipo de residuo peligroso de origen doméstico a los camiones recolectores de basura de las alcaldías, siempre y cuando esté en un recipiente adecuado y contenga una etiqueta que especifique el contenido; sin embargo para oficinas, talleres y centros de servicio, es necesario contactar con empresas que hagan recolección de este tipo de residuos; esto puede generar un costo, dependerá de la cantidad, tipo de residuo y proveedor del servicio; en todo caso se sugiere consultar el directorio de empresas autorizadas por SEMARNAT que hacen manejo y disposición de los residuos peligrosos.
¿Cuántos residuos peligrosos generas en casa y con qué frecuencia?, conocer sobre los residuos peligrosos domésticos nos ayuda a ser más responsables con el medio ambiente, nuestra familia y también con los trabajadores de limpia que hacen la recolección y el manejo de los residuos de nuestras casas.
Por nuestra salud, la del ambiente y por nuestra ciudad, ¡haz tu parte! y separa tus residuos para que puedan aprovecharse, disponerse de manera adecuada y no contaminen.
Fuentes consultadas:
2015- Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México. Norma Ambiental NADF 024- AMBT 2013 que establece los criterios y especificaciones técnicas bajo los cuales se deberá realizar la separación, clasificación, recolección selectiva y almacenamiento de los residuos.Gaceta Oficial del Distrito Federal. 8 de julio de 2015. http://data.sedema.cdmx.gob.mx/nadf24/images/infografias/NADF-024-AMBT-2013.pdf
2021. Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Empresas autorizadas para el manejo de residuos peligrosos. Ciudad de México. https://www.gob.mx/semarnat/documentos/empresas-autorizadas-para-el-manejo-de-residuos-peligrosos
2005. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Norma Oficial Mexicana NOM-052-2005 que establece las características, el procedimiento de clasificación y los listados de los residuos peligrosos. Ciudad de México. Diario Oficial de la Federación, 23 de junio de 2006. https://www.dof.gob.mx/normasOficiales/1055/SEMARNA/SEMARNA.htm
Seguro te diste cuenta de que la canción no va así. Aunque ciertamente, las gotas de lluvia no son de caramelo, tampoco creas que son de agua solamente. La realidad que vivimos en la Ciudad de México es que las gotas de lluvia, en algunas ocasiones, cuando el aire está muy contaminado, contienen algunos componentes ácidos que dañan a la naturaleza y a todos los seres que dependemos de ella.
De todos los elementos que existen en nuestro planeta, el agua es de los principales a los que le debemos la vida y la de todos los seres que lo habitan. Muchas civilizaciones antiguas, por el gran valor de este elemento, se asentaron cerca de ríos, lagos, mares o arroyos, y la utilizaron para hidratar la tierra que les dio a cambio alimento en abundancia. Por eso, las civilizaciones, agradecidas por la lluvia y el agua, adoraron a deidades relacionadas con ella, entre ellos el muy conocido Tlaloc, dios de la lluvia, “néctar de la tierra”.
La lluvia trae vida a la ciudad. En esta temporada el ambiente se siente más fresco; las plantas, árboles, huertos y todo tipo de vegetación, crecen verdes, fuertes e hidratados; en los parques y los bosques se respira el rico petricor (aroma de tierra mojada); se ve a los pajaritos bañarse en los pequeños charcos que la lluvia deja a su paso; algunas veces, sobre todo en días soleados y lluviosos podemos observar fantásticos arcoiris, pero algunas veces nos revela algunos males que padece el medio que nos rodea y pide a gritos que lo dejemos de contaminar.
Cuando usamos el auto, cocinamos, miramos el celular o el televisor, al encender un foco, al producir energía eléctrica, al fabricar nuestros bienes o quemar leña, carbón o cualquier tipo de combustible fósil, emitimos grandes cantidades de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Si las concentraciones de estos compuestos son elevadas, al mezclarse con agua en forma de lluvia, nieve o neblina, forman soluciones diluidas de ácido nítrico y sulfúrico; esta reacción provoca que el pH natural del agua disminuya y se acidifique; es decir, se produce lluvia ácida y literalmente ¡cae ácido del cielo!
No hace falta decir que este hecho tiene graves consecuencias para la naturaleza y los seres que dependemos de ella. Por ejemplo, al combinarse la lluvia ácida con aguas de lagos, ríos, arroyos, pantanos y otros medios acuáticos, eleva su nivel acídico e incrementa la toxicidad del hábitat de plantas, peces y otras especies acuáticas. Sin embargo, en un ecosistema interconectado, lo que afecta a algunas especies, con el tiempo termina afectando a muchas más a través de la cadena alimentaria 2.
Pero el impacto de la lluvia ácida no se queda solo en el agua, cuando llega a los suelos de cultivo y bosques, roba los nutrientes de la tierra y al mismo tiempo libera aluminio, el cual dificulta la absorción del agua por parte de la vegetación; los ácidos dañan sus hojas, importantes para el proceso de fotosíntesis. Como resultado, la lluvia ácida combinada con otros contaminantes reduce la resistencia vegetal a la acción de insectos, las bajas temperaturas, la sequía, el viento y las hace susceptibles a enfermedades 1.
Y así como la lluvia ácida hace enfermar al ambiente, también afecta nuestra salud, pues determinadas concentraciones de compuestos de azufre y nitrógeno de la atmósfera pueden dañar los sistemas respiratorio y cardiovascular, dando como resultado enfermedades o incluso la muerte 2.
Por increíble que lo parezca, la lluvia ácida tiene la capacidad de deteriorar edificios, puentes, construcciones, monumentos, materiales metálicos y equipos electrónicos. ¡Entonces, el Ángel de la Independencia, el Palacio de Bellas Artes y toda la arquitectura urbana también están en riesgo!
Si lo pensamos un poco, no existen fronteras para el aire, por eso la contaminación atmosférica es una amenaza a nivel mundial, pues las emisiones contaminantes de un sitio lejano, puede viajar miles de kilómetros a través del viento y esparcirse por muchos lugares más. Por ello, está en cada persona llevar a cabo acciones que ayuden a mejorar la salud atmosférica de nuestro planeta y de todos los seres vivos que lo habitamos.
La concentración de contaminantes atmosféricos depende del grado de emisiones de las diferentes fuentes. Su presencia disminuye cuando las precipitaciones son mayores, es decir, en temporada de lluvias, de mayo a octubre. Dependiendo de la intensidad y duración de la lluvia, se va limpiando el aire; ya que la lluvia transporta los elementos contaminantes hacia la tierra, cuerpos de agua y monumentos, ocasionando los graves efectos que mencionamos anteriormente.
Es importante aclarar que, si eres usuario del Sistema de Captación de Agua de Lluvia (SCALL), no debes preocuparte por la calidad del agua, pues el sistema cuenta con diferentes medidas para eliminar las impurezas, como el tanque recolector de primeras aguas y el resto de los filtros y mecanismos de purificación del agua. Aún así, todos debemos colaborar para devolver a la lluvia su poder vital.
Entonces, ¿qué hacer para frenar la lluvia ácida? La mala noticia es que, aunque detuvieramos la lluvia ácida hoy mismo, tendrían que pasar muchos años para que se eliminaran por completo sus terribles efectos. La buena es que, si todos cooperamos y emprendemos cuanto antes acciones para frenar la formación de lluvia ácida, estaremos cada día más cerca de acabar con este mal. La solución está en reducir las emisiones de los contaminantes que la originan.
Afortunadamente, el Gobierno de la Ciudad de México, ha desarrollado diversos proyectos a través del Plan de reducción de emisiones del sector movilidad, que permitirán generar medios de transporte más sustentables y mejorar la tecnología existente para disminuir los contaminantes atmosféricos emitidos por los autos de combustible.
Estas son algunas acciones para disminuir nuestras emisiones contaminantes:
Ahora ya lo sabes, si las gotas de lluvia solo son de agua, será el reflejo de que estamos mejorando la calidad de nuestro aire y, a la vez, nuestra calidad de vida. Al reducir las emisiones podremos cantar, bailar, caminar y disfrutar de la lluvia y mantener al planeta con una mejor salud ambiental.