Este domingo hubo necesidad de usar para el paseo dominical un solo carril, dividido en dos sentidos, pero de manera favorable, tod@s nos hemos adecuado al espacio reducido, para evitar situaciones, que desafortunadamente como en todo y por lo menos imaginado, algunas han sucedido. El desfile comenzó, lo disfrutamos, lo vivimos, lo recordamos y también el paseo dominical después de ese tiempo tomó como siempre su curso, por las calles aledañas hasta la Villa.

Muchas bicicletas, contrario a pensar que muchos no acudirían, para dar paso formal a las actividades establecidas, movernos y meternos en cintura, un poco de yoga, bicientrénate, el paseo a ciegas y la clase de mecánica de bicicletas para niñ@s, unos impacientes, porque ya empezara, cambiar la sede, de último momento, enfrente que creo que nos quedo mejor, por poder trabajar bajo la sombra de dos amables Ficcus, en un mediodía, que se acaloro un poco, no sólo por tanta gente, sino por el sol querido.

Reunidos niñ@s y adultos, increíble como los grandes nos llama la atención lo desconocido, porque siempre queremos saber más y según estudios comprobados los que estamos con el deseo de conocer de otros temas, desarrollamos el cerebro de otra manera, pues contrario a lo que se piensa de la pilas, que no se "se gastan si no se utilizan", el cerebro "se gasta más cuando no se utiliza".

Así empezamos la clase con una grata afluencia de niñ@s, Andrea la más interesada, pues ya desde las nueve de la mañana, nos había buscado en el sitio indicado, tuvo que esperar algunas horas pero puntual dijo que ella quería aprender más y por supuesto ganarse la bicicleta...estos pequeñitos que atentos, preguntaron y participaron, aprendieron los nombres raros de la bicicleta, llamarle cuadro al objeto que une a todo el mecanismo, los rines, los rayos, la tijera, el asiento, los ejes, palancas de freno, brazo de pedal, pedales, llantas, multiplicación, arreglar un cámara pinchada, lavarla, secarla y conservarla de la mejor manera, etc. todo el conjunto que conforman la máquina noble que nos ocupa y nos acompaña desde la infancia hasta lo más largo de nuestros días.

Aprender de seguridad y educación vial, de seguridad personal, alimentación, herramientas, de situaciones restringidas para ellos al circular por la vía, y sobre todo del buen cuidado y mantenimiento de la bicicleta, para tener con ella grandes recorridos y muy gratos recuerdos, para dar paso a nuestro amigo querido Felipe Besné Navarro, que por ahí coincidimos y por supuesto no dudamos en pedirle e invitarle a que compartiera con niñ@s y adultos algo de su gran experiencia..

Oriundo de Jalisco, Mexicano, atrevido, que ha recorrido en poco más de dos años, 25,000 km. 18 países, para regresar a su querido México, desde el fin del mundo como le llaman a la Patagonia, Ushuaia, que lugar más atrayente, así nos ha contado un poco de lo mucho que ha pasado, los niños atentos, con muchas preguntas ya desde la clase, ¿qué te parecieron los pingüinos? ¿qué comías?, ¿como dormías?, ¿qué te motivo a hacerlo Felipe?, y la más ocurrente, ¿cómo ibas al baño?, para las sonrisas de todos, pero él con su sencillez y carisma, nos cuenta, pero nos ha dejado con muchas ganas de seguirle escuchando, de los siete meses que le tomo cruzar Argentina y como en 15 días por ejemplo cruzo por el país más corto Panamá, por ahí vemos ya, como tener una buena y larga charla con Felipe, en un sitio cómodo y seguro para nosotr@s y las bicicletas. Muchas gracias por acompañarnos y brindarnos tu amistad y experiencia Felipe, muchas gracias..

Muchas sonrisas, muchas fotos y claro las rifas de la patineta y la bicicleta rodada 20, como de magia como siempre, el poder del pensamiento llevo a Manuel y a Andrea, en ese orden por rifar primero la patineta, inquietos desde el principio, por contestar y participar entusiastas en toda la dinámica, a llevarse él la patineta y ella la bicicleta, que más nos gustaría poder regalarles a todos muchas bicicletas, pero así son las rifas y a pesar del desencanto de algunos, sentimos que al final toda la experiencia dejo una muy buena huella.

Las sonrisas de los niños, la camaradería de tod@s, nos llevo a tener un domingo diferente, intenso y con mucho calor humano, pleno.

Gracias Brenda, Betsy, Jazmín, Hilario, Oliver, Sergio, Anahí, Yolanda, todos los biciamig@s, a los pequeñitos Sugey, Andrea, Sharon, Ala, Marco, Manuel, Israel, Jael, Jared, Benjamín, Lenin, Polo, Rodrigo, a sus familias, a Felipe y a much@s amig@s que nos acompañaron.

SALUDOS, SEGUIMOS RODANDO...ERIKA CHONG CORIA.