Por Erika Chong
Debo decir que gran sorpresa me he llevado, la primera después de una charla divertida con la diadema, logramos hacer una parte de la misma, con la afluencia de personas realmente interesadas en el tema, una pareja venia desde la Villa, corre y corre, pero es increíble que decidida después de participar interactivamente, ha sido en la rifa la feliz ganadora del equipo de seguridad, les platico la sonrisa y su rostro lleno de alegría, más alegría me ha dado a mi verla tan feliz.
Observe a lo lejos algunos señores expectantes, como preguntando ¿será que sabe? y la verdad es que no se trata de saber cuánto, sino de saber compartirlo, y a como hace mi amigo Allan de Biciraptor, algo que me queda muy claro, es que la bicicleta cuando después de usarla la limpias y engrasas para cuidarla, un servicio siempre bueno te dará, así es de noble la buena bicicleta...en cualquiera de sus diferentes modalidades.
En la siguiente hora la sorpresa continúo, pues cuando pensé que serían más mujeres, menos ahora fueron, los señores, jóvenes y niños los que acudieron, con deseos de aprender y practicar lo que ya estaba dispuesto, conocer las partes de la bicicleta, ¿por qué se llama cuadro, a algo que no tiene esa forma?, o ¿por qué se llama tijera a esa pieza que parece un diapasón?, o ¿por qué la multiplicación, está divida?, en fin, simple lógica para entender que todas las partes forman una máquina estupenda, que aunada a tu cuerpo te llevará tan lejos como tú quieras.
Conocer los puntos básicos de seguridad, diferentes tipos y tamaños de llantas, tipos de cámaras y la práctica de una reparación de una cámara ponchada nos llevo bajo el calor intenso a tener una clase muy dinámica, en donde las mujeres mamás aplicaron su entusiasmo para entrar a la rifa, amig@s a tod@s les admiro, pero ver a las mujeres avanzar de esta manera es una gran satisfacción.
Fue fabuloso ver a los niños usar la bomba de aire, la lija, y lo demás, en ese momento un joven con su papá, justo llego con la cámara ponchada, aprendió todo el proceso, con buen resultado y tiempo para entregar bien la bicicleta, aquí agradezco la generosidad de mi amigo Alex Reynolds, que nos obsequio un buen número de cámaras, algunas inclusive en buen estado, así que muchos hicieron la práctica...
Llegó el momento de la rifa de la bici, cinco mamás participantes y los números se dieron, para salir premiada la Sra. Alejandra, quien acudió al paseo acompañada de su esposo en una bicicleta Tandem, pues ella apenas inicia sus conocimientos en la bici, ha sido muy grato ver que de vuelta a casa, ella ya iba rodando en su propia bicicleta, felicidad compartida porque ahora Ernesto ya usa la bicicleta para trasladarse dentro de la UNAM.
Compartir el escenario con Erik en la Clase de Yoga, ha sido bueno e interesante, él que ya conoce la diadema, gentilmente la dejo funcionando, gracias y pues mientras la bicicleta demanda energía y acción, el Yoga, nos relaja y nos invita a la meditación, dos energías buenas que invitan a la salud y a la conservación de nuestra mente, alma y cuerpo, sin duda una buena combinación que seguimos practicando.
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